El domingo el teatro Solís será una fiesta. Esa expresión suele utilizarse a la ligera, pero en esta oportunidad tendrá otro peso, ya que quienes estarán en el escenario no solamente la utilizan sino que la reivindican. En el marco del ciclo de Mujeres y Disidencias en la Música en Uruguay (Mydmus), el domingo, 20 de marzo, se presentarán la Orquesta Kumbiaracha y Paulina Viroga Sexteto.

Maira Sepúlveda, una de las vocalistas de Kumbiaracha, define a la orquesta como “12 músicas uruguayas que fusionan géneros bailables de Latinoamérica”. Muchos puntos a tocar en una sola frase corta, empezando por las 12 músicas.

“Estamos en un proceso histórico en que las mujeres estamos empezando a visibilizarnos y reconocernos. Reconocernos primero músicas. Es una etiqueta que cuesta ponerse a veces, porque nos cuesta asumirnos artistas. Y después reconocer a las compañeras. Esto nace de una idea que tenía, de un pequeño sueño de decir: ‘¿Qué pasa que siempre que voy a un baile o a una fiesta, hay una banda de varones?’. Un patrón que se repetía a lo largo de la historia. Parecía una locura, pero se lo comenté a una compañera y se colgó, a otra, y así se fue armando. Nace del deseo de ocupar la escena, de empezar a estar en el escenario haciendo bailar y no siendo las que bailan en el público”.

Otro punto a tocar era, precisamente, lo de “bailable”, adjetivo que a veces parecería reservado a las bandas que tocan en chiste en los casamientos. “Reivindicar el baile, la fiesta, el goce desde un lugar que no sea de cosificarnos, nos parecía importante. Reivindicar la posibilidad del goce en el baile en sí mismo, del disfrute, es algo que intentamos en nuestros toques y en nuestras canciones. Todo el tiempo tenemos presente que es un espacio cuidado, que venimos a bailar y a cantar para divertirnos. No somos las primeras mujeres haciendo cumbia en la historia de la música uruguaya, hubo tremendas antecesoras, pero estuvieron bastante solas o en bandas con varones. Respetamos y aprendemos de ellas, y traemos cosas de la historia personal de cada una de nosotras al proyecto. Con la escena bailable como un lugar más para ocupar”, cuenta Sepúlveda.

El último punto es el de Latinoamérica, y ahí Sepúlveda opina que no es algo que achique, sino que define: “Hay compañeras mucho más formadas en esto, sobre todo las percusionistas, que instalan a través de sus instrumentos cosas que yo ni sabía: que un instrumento es más de la cumbia colombiana, de la venezolana. Intentamos traer esas raíces y nos parece que también es un momento de reivindicar la música latinoamericana, que tiene sus heridas pero que es nuestra, y también nos permite ampliar el público al que llegamos”.

Respecto del universo de sus letras, Sepúlveda aclara: “La música bailable, al ser un ambiente muy masculinizado, tiene a las mujeres en determinados roles, sobre todo a nivel discursivo. Intentamos hacer un estudio minucioso de que las letras que cantamos se alejen de eso. No hablar de estereotipos de género, que no exista violencia machista en las letras. Que es muy difícil, porque cuando te ponés a buscar canciones para hacer, son todas muy terribles. Y una dice: ‘Mirá todo lo que bailé toda mi vida’”.

“Hemos tenido la suerte de tocar mucho el año pasado, y para nosotras el mayor premio ha sido poder ver a niñas bailando con nosotras. Esa cosa medio invisible de la cultura, que decís: ‘A esta niña algo le va a quedar en algún lugar de su memoria, de haber bailado con 12 mujeres músicas y que no les estuvieran diciendo que tenía que estar vestida de tal manera o hacer tal paso’. Es algo que nosotras no tuvimos. Y sabemos que es bastante ambicioso, pero trabajamos mucho para que sea un espacio de disfrute para todas las mujeres y disidencias, y para los varones también, obviamente. Porque todos nos merecemos cambiar de a poco eso”.

La presentación de Kumbiaracha es pare de un ciclo que las identifica. "Se da en el marco del Mydmus, que es un grupo hermoso que está trabajando mucho para una ley de cupo de mujeres y disidencias que ya está en el Parlamento, que todavía no salió y que es muy necesaria porque, lamentablemente, si no es así, no vamos a estar en las grillas de forma tan voluntaria”.

“Nos tocó compartir con Paulina, que va con su banda, que también va a tener proyecciones y todo un espectáculo increíble. Tiene un repertorio de música popular muy amplio y es una cantante increíble. Creemos que son dos propuestas distintas, en el sentido de que vamos a bailar y después se va a ir a un lugar más de escucha, que también va a tener su power. Creemos que está bueno que al espectador lo lleve a distintos lugares”.

Paulina Viroga & Kumbiarachas, este domingo a las 20.00 en el teatro Solís. Entradas en Tickantel, redes de cobranza y boletería a $ 400.