HBO Max tiene una joya de la comedia dramática en su catálogo: La vida sexual de las universitarias. La miniserie combina a la perfección la escritura ingeniosa de Mindy Kaling –que encarnó a Kelly en The Office, además de guionar varios episodios de la serie y dirigir sus propias creaciones, como The Mindy Project– con un casting muy acertado, lo que resulta en una serie que va más allá de lo que ofrecen producciones similares centradas en el mundo estudiantil.
Luego de la exitosa Gossip Girl, esta serie es la primera en abordar la vida universitaria desde una perspectiva adulta a través de un grupo de compañeras de cuarto en el ficticio y prestigioso Essex College en Nueva Inglaterra: la atleta hija de una senadora Whitney (Alyah Chanelle Scott), la hastiada y rica neoyorquina Leighton (Renée Rapp), la aspirante a escritora de comedia Bela (Amrit Kaur) y la ingenua e idealista Kimberly (Paulina Chalamet, hermana de Timotheé).
El entorno universitario hace que la interacción entre personas tan diferentes sea creíble. Son mayores para la secundaria pero pequeñas para la adultez: en esa transición se encuentran los recursos más interesantes de la narrativa, que captura la tensión emocionante de esa etapa inestable. A pesar de que el sexo no tiene tanto peso como en la serie Sex Education, todas lo tienen en mente: el que anhelan pero no consiguen (Bela), el que esperan (Kimberly), el que esconden (Leighton) y el que hace sufrir (Whitney). Además, aparece el sexismo que rodea los espacios sociales y deportivos.
La primera mitad de la serie es increíblemente provocativa y sexual, mientras que en la segunda radica su verdadera esencia: los vínculos de amistad entre mujeres, históricamente vapuleados y puestos en duda, afloran con una emocionante naturalidad. Ese mundo de abundante libertad y mínima responsabilidad también tiene conflictos que son desnudados con inteligencia y humor.
La suma de los microproblemas de las protagonistas constituyen el eje: Bela pasa de ser una exnerd a darse cuenta del machismo en el mundo de la comedia, Kimberly experimenta las diferencias económicas cuando ella no puede gastar lo mismo que sus amigas, Leighton comprende que no hay más beneficios de niña rica y se amiga con su orientación sexual, y Whitney se choca con las diferencias de género y raciales en el mundo del deporte. Todo esto se plantea con gags de comedia acertadísimos, porque el humor también es una excelente herramienta para poner a circular ideas.
A través de ingeniosos diálogos somos testigos de la mutación de las viejas identidades de las protagonistas, necesaria para meterse en el mundo de la adultez: el descubrimiento de sus nuevas sexualidades, su rol en una sociedad machista (cada una en su “ámbito”), en un marco de búsqueda de la igualdad de género. Las experiencias de cada personaje son una combinación sólida de amistad y empatía, y la química entre ellas es convincente: pasan de una incomodidad inicial a superar de manera creíble sus diferencias.
Frente a una oferta abundante en asesinos seriales y misterios oscuros, La vida sexual de las universitarias nos viene a decir, con frescura y gracia, que las mujeres jóvenes tienen deseos contradictorios, grandes ambiciones e inteligencia.
La vida sexual de las universitarias, de Mindy Kaling y Justin Noble. Diez episodios de aproximadamente media hora. En HBO Max.