Nazis y zombis son un combo que se remonta a la mítica Shock Waves (Ken Wiederhorn, 1977), famosa por la escena de sus monstruos verdosos saliendo lentamente de un lago para perseguir a veteranos como Peter Cushing o John Carradine acompañados por jóvenes ligeras de ropa. Más acá en el tiempo, está el delirante díptico noruego Dead Snow (Tommy Wirkola, 2009 y 2014), directamente traducido como Nazis zombis y que ya apelaba a la más franca comedia gore o splatter.
Este es también el punto de partida de Malnazidos, donde se pone a jugar a una docena larga de personajes, pertenecientes a uno u otro bando de la Guerra Civil Española, en una situación desesperada, contra un enemigo en común: el cadáver revivido que busca devorarte.
Basada en la novela Noche de difuntos del 38, de Manuel Martín Ferreras, la película ubica a su puñado de protagonistas en un valle que pronto será cercado por los franquistas y donde los nazis llevan adelante experimentos (no deja de ser llamativo el esfuerzo por hacer de los alemanes los verdaderos villanos antes que a los franquistas). Allí queda atrapado el capitán nacionalista Lozano (Miki Esparbé), quien cruza destino con la brigada republicana que lidera un sargento sin apellido (Luis Callejo) y que cuenta entre sus integrantes a la tan silenciosa como mortal Matacuras (Aura Garrido). Pronto entenderán que están enfrentando algo aún peor que la propia guerra cuando los muertos no acepten permanecer muertos, se levanten en persecución de los vivos y cada mordida sea una inexorable condena.
O sea, una de zombis, y bastante tradicional: tenemos todos los tropos del subgénero que bastante han cansado, pero aquí, ya sea por la ambientación particular, por lo bien desarrollados que están sus personajes (liderados por Esparbé, Garrido y Callejo, hay aportes de Manel Llunel, Dafnis Balduz, Álvaro Cervantes, Sergio Torrico, María Botto, Mouad Ghazouan y Jesús Carroza) o por concentrarse en narrar una aventura entretenida y emocionante, le permiten a Malnazidos salir particularmente bien librada como película de guerra y como película de zombis.
Así, gracias al ritmo que le imprimen sus directores Alberto del Toro y Javier Ruiz Caldera (quien ya se había destacado con su adaptación de Anacleto, agente secreto, la historieta de Manuel Vázquez), más el aprovechamiento ingenioso de un presupuesto acotado que consigue tremenda adaptación de época con muy poco, Malnazidos se propone quizá no como la versión más original de un relato de zombis, pero sí como una que se desmarca de lo más tradicional, con el foco puesto en la acción, los personajes y la aventura, logrando un resultado muy atractivo y que vale la pena ver.
Malnazidos. 102 minutos. En Netflix.