El sábado por la mañana se supo que había muerto Eduardo Toto Méndez, reconocido guitarrista y compositor uruguayo, primera guitarra de Alfredo Zitarrosa luego de su regreso a Uruguay, tras el exilio.

Méndez nació en Tacuarembó en 1951 y es reconocido como uno de los mejores guitarristas de Uruguay. Cuentan que cuando tenía cerca de diez años sorprendió a su padre con el manejo del instrumento. Un día, estando de visita en su casa el famoso guitarrista Marenco Mieres, el niño tocó la guitarra con él. El padre, que sólo tocaba en sus ratos libres, se sorprendió porque no sabía que su hijo tuviera esa destreza. “¿Con quién aprendió?”, le preguntó. “Con usted”, le contestó Toto, que solía mirarlo a escondidas mientras tocaba su vieja guitarra con clavijas de madera.

En 2018, Méndez festejó los 50 años de una carrera en la que compartió escenario con diversos artistas, pero se destaca sobre todo su participación en el conjunto de guitarras que acompañaban a Alfredo Zitarrosa. “El mayor cantor de este país, y también de un poco más allá”, decía en una nota con la diaria en 2019.

Con Zitarrosa grabó cuatro discos, entre los que se incluyen la tercera grabación de Guitarra negra (1985) y Melodía larga (1984), que cuenta con temas como “Milonga por Beethoven” y una versión de “Milonga de pelo largo”. “Ser el líder de las guitarras de él fue una responsabilidad importante, pero no fue casualidad estar ahí, porque me eligió. Y él también fue responsable de darle estatura a la guitarra. En vez de tocar parados, tocábamos sentados”, contaba.

En 1989, tras la muerte de Zitarrosa, formó el Cuarteto Zitarrosa, que tiempo después abandonó porque, a su entender, “no cumplía la función” para la que había sido creado. Nacido porque la gente seguía identificando a sus integrantes como “las guitarras de Zitarrosa”, el Cuarteto se proponía “preservar una sonoridad” de la guitarra criolla. “Pero se distorsionó”, decía en 2019 a la diaria. “Me alejé porque no lo necesitaba. Lo más mezquino que me podría haber pasado era querer taparme con paraguas ajeno. No lo necesitaba porque yo estuve con el maestro, y si no entendí el objetivo, no entendí nada”.

En 2007, con el proyecto Toto Méndez y sus Compadres editó el disco Y no entendieron nada, acompañado por Carlos Morales, Carlos Méndez y Enrique Checo Anselmi (guitarras), Julio Corrales (guitarrón), Roberto Darvin, Esteban Klísich (guitarristas invitados), Hugo Fattoruso (acordeón) y Jorge Trasante (percusión). El disco ganó ese año el premio Graffiti a mejor álbum de música instrumental. “Tenemos una gran escuela de guitarra clásica pero también de guitarra popular, que tiene una sonoridad determinada, y vengo de esa escuela, de tiendas tangueras y milongueras, no hay ninguna duda, pero como soy del interior, tengo la posibilidad de otros ritmos que hacen a la música de este país”, destacaba.

El 23 de marzo de este año fue reconocido, junto al también guitarrista Julio Cobelli, como Ciudadano Ilustre de Montevideo. “A veces ocurren algunas cosas que no tenías previstas, aparecen jugadores inesperados. Gracias a Dios, cuando recibí este reconocimiento ya me sentía bien [después de algunos problemas de salud]. Nelly me ayudó muchísimo. Mi hija hizo unas gestiones bárbaras y vinieron dos hermanos mayores que tengo en Tacuarembó, sobrinos, amigos y todos los gurises del rock, que nos aprecian mucho. Esto fue una caricia. La vida no es muy larga que se diga, y si llegaste a esta altura del partido y ocurren cosas así, no está mal”, contaba a la diaria tras recibir el reconocimiento.

El 21 de agosto, Toto Méndez y sus Compadres (además de él, Santiago Peraza y Jacinta Bervejillo en guitarras, Enrique Checo Anselmi en contrabajo y Jorge Trasante en percusión) cerraron junto al argentino Juan Falú la 1ª edición del Festival Internacional de Guitarra. Fue la última actuación de Toto, que fue hospitalizado al día siguiente. Falleció el sábado de madrugada y esa misma noche se realizó el velatorio. Tenía 71 años.