Entre las tradiciones de esta semana de vacaciones, una que está instaladísima en Montevideo es el Festival Internacional de Cine que organiza Cinemateca Uruguaya, que va por su edición número 42.. Incluye entre sus variadas secciones una de largometrajes para niñas, niños y adolescentes, y otras dos, según rango etario, de cortometrajes, que permiten acceder a películas que de otro modo no es fácil tener la oportunidad de ver.

En este fin de semana de cierre del festival, es posible todavía disfrutar de algunas de ellas.

Linda quiere pollo,

La película se proyectará el sábado 30 a las 15.50 en la sala 1. Recomendada para niños a partir de seis años, se presentará con subtítulos en español.

Esta producción francesa de 2023, dirigida por Chiara Malta y Sébastien Laudenbach, fue presentada en el Festival de Cannes y premiada en el Festival de Animación de Annecy. Una anécdota cotidiana –una madre castiga a su hija por algo que no hizo y, al darse cuenta, quiere enmendar el error– desencadena una serie de situaciones signadas por el una suerte de efecto dominó y la imprevisibilidad. La aventura surge de un contratiempo: la niña pide pollo para la cena, pero es imposible comprarlo porque están en medio de una huelga general.

La historia está basada en un cuento de los hermanos Grimm, “La niña sin manos”, y es “una fábula vibrante y tierna sobre la magia y el poder de la infancia”, resumen en la gacetilla. Con un trabajo de animación excelente y que escapa de lo habitual, presenta una historia dinámica, en la que van desencadenándose situaciones fuera de control, que arrastran consigo a los personajes. “Derrocha una alegría contagiosa y un humor para todas las edades, a la vez que aborda temas serios como las relaciones filiales, el duelo, la amistad y la autoridad. Plásticamente, además, el film es una maravilla de trazos y colores, muy alejada del tipo de animación que predomina en el cine industrial”, destacan.

Jules en el país de Asha

De Sophie Farkas Bolla, es una película canadiense de 2023, que se exhibió en el Festival de Berlín y podrá verse el domingo 31 a las 17.00 en la sala 1. Recomendada para niños a partir de ocho años, se proyecta con subtítulos en español.

Ambientada en 1940, se ubica en la tradición de la literatura y el cine de aventuras de mediados del siglo XX y hace foco en el encuentro entre un niño quebequés y una niña originaria a la que conoce en el bosque. En la reseña se destaca que la directora, nieta de un refugiado político húngaro, creció jugando en el bosque canadiense y que “este período de su vida, definido por la imaginación y la naturaleza, tuvo un profundo impacto en ella; como cineasta, le gusta revivir esa época contando historias impulsadas por jóvenes”.

Jules se muda con su familia a una aldea de colonos en el norte de Quebec, Canadá, y por una afección en la piel le prohíben ir a la escuela, aunque no es contagiosa, y debe recluirse en su casa. Ocurre que su perro, Spark, se escapa y se interna en el bosque, por lo que sale en su búsqueda. Allí se encuentra con Asha y emprenden juntos una aventura hacia el otro lado del bosque, donde Jules conocerá a la familia y el pueblo de su nueva amiga.

Por un lado, internarse en el bosque –la geografía simbólica preferida de los cuentos tradicionales– es internarse en la naturaleza, con su proliferación de vida y su misterio. Por otro, la historia pone en contacto a estos dos niños que vienen de dos mundos distintos pero se embarcan juntos en una aventura que es también de mutuo conocimiento. “El film es una cálida fábula sobre la lucha por la aceptación de la diferencia y contra los estigmas y prejuicios, ya sean religiosos, raciales e, incluso, aquellos sobre cómo debe verse el cuerpo humano. Sin embargo el film esquiva con éxito cualquier tentación de caer en la admonición y la moraleja y lo que prima es siempre el encanto”, detallan.

Jules en el país de Asha.

Jules en el país de Asha.

Cortometrajes para niños de ocho en adelante

El domingo 31 a las 16.00 en Life de 21 de Setiembre puede verse una selección de cortometrajes recomendados para niños de ocho años en adelante, que muestran un abanico de producciones de procedencias y lenguajes diversos.

Se exhibirán seis cortometrajes. Anne Morphose es una producción portuguesa dirigida por João Rodrigues que trata de una niña pequeña que se lee para dormir y en el lapso mientras eso ocurre, el mundo físico comienza a fundirse en una realidad alternativa donde rigen las leyes del libro.

En la animación checa Dede está muerto, Philippe Kastner aborda la muerte de una mascota, el perro Dede, y cómo su dueño lidia con el dolor al tiempo que descubre que de alguna manera su amigo sigue estando presente.

En la estadounidense El néctar de la vida, de Yoo Lee, el stop-motion es la técnica elegida para una pequeña historia de una mosca atrapada en una trampa.

¡Muerte al bikini!, de la canadiense Justine Gauthier, trata el tema de los cambios corporales de la preadolescencia a través de la historia de Lili, una niña de diez años a quien sus padres le insisten con que debe usar la parte de arriba del traje de baño.

Puaj, del francés Loïc Espuche, también se detiene en esa etapa de la vida, pero en la percepción y la curiosidad acerca de los besos.

Por último, la producción sino-estadounidense Xiaohui y sus vacas, dirigida por Xinying Lao, trata sobre un niño que vive con su abuelo en un pueblo en el suroeste de China y que hace todo lo posible para esconder las vacas en las montañas a los efectos de evitar que el hombre venda un ternero ante las necesidades económicas.