Tienen veintipocos años, ocho historias de vida únicas y viven en el Montevideo metropolitano. Algunos son amigos desde hace años y otros se conocieron hace dos o tres fiestas. Son jóvenes que hacen equilibrio entre las responsabilidades de la vida adulta y las ganas de seguir divirtiéndose. Y sus órbitas se irán cruzando con más o menos atracción gravitatoria mientras el destino se encapricha con llevarlos hasta un lugar preciso en un instante concreto.
Así son los ocho protagonistas de El universo conspira, la serie web escrita y dirigida por Leonardo Pintos, quien ya había codirigido Feriados. Después de recorrer festivales internacionales, finalmente esta ficción de formato corto está disponible en Un3 TV, el canal de YouTube de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref).
Pintos conversó con la diaria acerca de la conspiración universal que llevó al estreno de la serie, de la responsabilidad de mostrar otras realidades de las historias LGBTI+ y de cómo articuló con un elenco algunos años menor para que todo se viera (y sonara) auténtico.
Cuarenta menos veinte
Todo comenzó en un taller de lenguaje cinematográfico, con ejercicios para escribir cortometrajes. "En ese momento estaba trabajando en la EMAD como secretario general y me di cuenta de que cuando tenía que pensar alguna idea me inspiraba mucho ver a los gurises actuando", cuenta el director. "Empecé a escribir cortometrajes, separados, pensando en gurises que andaban en la vuelta de la escuela, sin que ellos supieran".
Estar rodeado de gente de veintipoco lo hizo pensar en cómo había vivido esa época, un par de décadas atrás, qué había cambiado y qué había permanecido. "Estaba rodeado de veinteañeros y estaba en ese proceso personal de llegar a los cuarenta y hacer una especie de evaluación. Fue un momento de pensarse mucho. Escribí esos cortometrajes como ejercicios para el taller, y me di cuenta de que cuando escribía uno, de ese corto sacaba un personaje para otro", agrega.
"Me di cuenta de que los estaba uniendo. Y a mí me gusta mucho el formato serie", dice. Así, pensó una serie pensada para esos actores. "Al elenco protagónico ya lo conocía de teatro. En un taller con Mateo Chiarino terminé de definir que fuera el Día de la Marcha de la Diversidad, que hablara un poco de Montevideo, que hablara de qué cosas habían cambiado en la manera de vincularse de un veinteañero de hoy en día y qué cosas se mantenían de cuando nosotros éramos veinteañeros".
En la gacetilla se describe El universo conspira como "un ensayo sobre el amor". Pintos amplía: "No sólo el amor vincular o el sexoafectivo, me parecía interesante ver qué pasa hoy con los vínculos, por ejemplo una amistad entre dos varones, que no es igual que en nuestra época. Creo que hay un permiso para ser mucho más cariñoso y afectuoso entre amistades entre varones, entre mujeres, o varones en donde uno tiene otra orientación sexual. El amor es un montón de vínculos y quería explorar eso".
"Son pibes que, si bien están rebuscándose la vida, están viviendo dentro de la movida del Centro de Montevideo", agrega. Es una generación que "vive la incertidumbre de una manera mucho más distendida" que gente de más edad. "Yo me crié en Piedras Blancas, vengo de una realidad totalmente distinta. Y si bien en la facultad tenía amigos de cualquier estrato social, todos teníamos esa preocupación por asegurar el futuro, tener un laburo, hacer una carrera".
El guionista y director recuerda que saludaba a sus compañeros varones del liceo con la mano. "Que hoy nos saludemos con un beso y un abrazo, o poder decirle a un amigo 'Che, este es mi novio' y que esté todo bien, o entre varones decirse 'Te quiero' es algo que está buenísimo". Le interesaba que esa parte vincular estuviera resuelta. "Estaba bueno que la problemática no fuera la orientación sexual de los personajes. Está bueno que en las historias LGBT se plantee el problema de la salida del clóset o los padres que te echan de la casa, pero me parece que hay que empezar a construir relatos desde ese otro lugar más natural, que hoy en día si bien no termina de suceder, por suerte sucede".
"Entonces vos naturalizás algo en el relato, das un paso más y decís 'Estoy contando una historia sobre el amor y sobre la diversidad. Elegí dos Brunos, pero podrían ser Juan y María y es lo mismo. Hoy en día estoy necesitando ese tipo de historias en donde eso ya esté más naturalizado y los conflictos sean conflictos humanos, no basados únicamente en si son dos nenas o dos nenes".
Feriados la hizo para treintañeros siendo un treintañero. Ahora tiene otra edad, aunque reconoce que "nuestros cuarenta años no son los mismos de hace veinte años. Hay un espíritu juvenil que tenemos, lúdico, que era inviable para nuestros padres. En este momento me siento con la misma energía que tenía a los veinte y eso hizo que la brecha se acortara un poco". Pero no del todo: "En la búsqueda de encontrar los personajes, absorbí mucho del lenguaje de ellos". Por eso en los créditos además de las actuaciones tienen el de colaboración autoral. "Yo quería que se apropiaran de la historia y de los diálogos para lograr cierta naturalidad".
El periplo de la serie en festivales internacionales reforzó la idea del creador de apostar al formato corto, aunque corto y rápido para él no son sinónimos. "En uno de los festivales notaron que, si bien estoy contando una historia de veinteañeros, se cuenta en un lenguaje despojado de la cosa vertiginosa de la comunicación actual. En el formato web, que tiene que ser contado en pocos minutos, yo quería bajar un cambio y que te tomes una pausa para entender lo vincular. Eso es algo que rescataron".
El universo conspira. Ocho episodios de entre 15 y 20 minutos. En Un3 TV.