El universo de Star Wars está bastante golpeado por los recientes fracasos en taquilla cinematográfica y por la mala recepción de sus productos televisivos entre fans y crítica; basta ver la rápida cancelación de la serie The Acolyte, que fue incluso festejada por aquellos que deberían haber sido los mayores interesados en su desarrollo.

Sin películas cien por ciento confirmadas, cada apuesta a la pantalla chica es ahora difundida por Disney con la timidez que da el fracaso. Probablemente sea la serie Andor –a punto de estrenar su segunda temporada– la única que escapa a la mirada recelosa del fan (porque no nos equivoquemos, este universo no apunta nunca al espectador común), mientras que todo lo demás, como la segunda temporada de Ashoka, despierta mucha desconfianza y bastante bien fundada.

Es en este difícil escenario que Skeleton Crew: viaje a lo desconocido hace su aparición. Para colmo, el primer episodio es pésimo, falto por completo de ritmo y hundido en la representación nostálgica de la década de 1980: At Attin, el planeta nuevo que se nos presenta, parece escapado de una producción de Amblin con firma de Steven Spielberg y no pega ni con cola con lo que sabemos, esperamos y vimos alguna vez dentro del universo Star Wars.

Más aún, el cuarteto de niños protagonistas –alguno de ellos pasado de ñoño– no resulta para nada fácil de conectar ni con sus personalidades ni con la situación en la que se encuentran: un lugar pacífico donde nunca pasa nada. Sin embargo, sobre el cierre del desafortunado capítulo piloto tanto, los protagonistas como la propia ficción encuentran el elemento disruptivo que dispara la aventura: una nave abandonada que se pone repentinamente en funcionamiento. Hacia allá van los niños, al espacio exterior.

Una vez allí, hace su aparición Star Wars con todo su esplendor. La serie creada por Jon Watts (responsable de las últimas Spiderman) y Christopher Ford entiende muy bien el concepto que tiene por desarrollar y lo nutre de muchas otras fuentes. Así, el equipo de niños –pronto reforzado por un inmenso Jude Law; volveremos a él– se comporta como un símil de los Goonies y, al igual que aquellos, se verá envuelto en una búsqueda del tesoro.

Esto recuerda a la novela La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, en formato ciencia ficción, como lo hacía la estupenda El planeta del tesoro hace ya un par de décadas en hermosa animación. Tenemos todo: el mapa, el pirata muerto que ya encontró el tesoro –el planeta– y dejó desperdigadas tanto pistas como trampas, los nuevos piratas que persiguen lo mismo que los niños aunque por diferente motivo.

Todas las piezas están puestas en el tablero, pero Watts y Ford van a más y aprovechan aquel piloto desafortunado para darle otro sentido a la segunda mitad de la miniserie, sumando elementos que pueden remitir tanto a La aldea de M Night Shyamalan como al Gran Hermano de George Orwell o al inmortal El mago de Oz. La ensalada de conceptos bien podría ser un batiburrillo muy difícil de combinar, pero funciona.

La aventura es vibrante, colorida –el apartado visual es excelente– y siempre emocionante. Los niños crecen mucho como personajes (la excepción puede ser Wim, bastante difícil de tragar siempre) y los distintos enemigos (Brutus es formidable) o secundarios animan siempre la función.

Se puede admitir que algunas cosas no marchan a la perfección. Más allá del piloto, hay momentos de guion tontorrones y el clímax final se siente algo apresurado, pero cuenta con una baza que impulsa y alimenta todo: el capitán pirata de Jude Law. El Long John Silver que tocó por padrón a Star Wars es simplemente magnífico y Law le saca un jugo inmenso. Desde pícaro comprador a villano irredimible, son muchas las caras, los gestos, los momentos que aporta el actor británico a un personaje que termina siendo el verdadero protagonista de esta serie.

Skeleton Crew va al grano y cumple con contar una historia autoconclusiva, sencilla y contenida. Ojalá sea el molde del universo de Star Wars de aquí en más. Hay pocas esperanzas, porque el fanservice, como la Fuerza, es demasiado poderoso.

Skeleton Crew: viaje a lo desconocido. Ocho episodios de entre 32 y 48 minutos. En Disney+.