El largo Un futuro brillante, dirigido y coguionado por la cineasta Lucía Garibaldi, recibió el primer premio en la sección Viewpoints del Tribeca Festival, que se realiza anualmente en Nueva York. El evento reparte premios en una veintena de categorías que abarcan cine estadounidense, cine internacional, documentales, productos para televisión y pódcasts, entre otras producciones. La que alojó a la película de la directora uruguaya da visibilidad a “las voces que empujan los límites y rompen las reglas dentro del cine independiente”.

“Los premios, por lo general, significan mayor visibilidad, que es algo que realmente nos interesa. No es un premio de dinero, aclaro. Estar en Tribeca ya es visibilidad y ya es súper bienvenido”, comentó Garibaldi a la diaria desde Estados Unidos.

En 2019, Garibaldi había sido distinguida como mejor directora en el prestigioso festival de Sundance por el drama juvenil Los tiburones.

“Se siente extraño competir, es decir, poner una película a competir con otra”, reflexionó tras recibir el nuevo premio. “Es un poco lo perverso de la industria del cine: estás permanentemente compitiendo para desarrollar tu guion, después para ganar un fondo nacional, después para ganar un fondo internacional, después para ganar un work in progress cuando la película todavía no está terminada, después competir para estrenar tu película en un lugar, y después cuando estás estrenando también competir por un premio. Entonces se vuelve un poco asfixiante. Ojalá no fuese así, pero así es, y dicho eso, es bueno recibir un reconocimiento, porque lo único que al final es importante es que a la película la vean las personas”, comentó Garibaldi.

El año pasado, otra película uruguaya, Agarrame fuerte, de Leticia Jorge y Ana Guevara, había sido premiada en Tribeca.

A juzgar por los avances, Un futuro brillante tiene mucho de distopía, la rama de la narrativa especulativa que imagina sociedades en descomposición. Por caso, la descripción de Un futuro brillante que hace la reseñista del festival de Tribeca Camille Ramos apunta en esa dirección: “En un barrio pauperizado que parece existir fuera del tiempo, Elisa, una joven inteligente y curiosa de 18 años, ha sido seleccionada para ir a trabajar al Norte, lo que es un gran honor tanto para su familia como para todo el vecindario. El problema es que nadie puede visitar el Norte, y los pocos elegidos, como su hermana mayor, no regresan. Mientras la madre de Elisa ahorra desesperadamente para participar en la lotería del pueblo y poder ir al Norte y finalmente estar con sus hijas, Elisa comienza a preguntarse si irse es realmente lo mejor para ellas. Distópica pero esperanzadora, Un futuro brillante es una mirada elegante y peculiar a un mundo donde las hormigas son malvadas, los perros están extinguidos y la juventud es lo más valioso. Mientras seguimos el viaje de la joven y prometedora Elisa, también examinamos los dilemas que enfrenta: cuánto cuestionar a la autoridad, cuánta razón tienen realmente sus padres y cuánto sacrificar por el supuesto bien común”.

Garibaldi, por su parte, amplió las definiciones: “Distopía, ciencia ficción: se llame como se llame, sí, es como un mundo con otro orden, como un mundo torcido. Aparentemente es este mundo, pero te vas dando cuenta, a medida que la historia transcurre, que es otro, que pasaron otras cosas, que la gente tiene otras costumbres, que los personajes tienen otros conflictos. En realidad, al final son los mismos, el conflicto de la película es súper humano y es un coming of age; podemos agregar que es un coming of age distópico o, como le dicen acá en Estados Unidos, una low fi sci-fi, como una ciencia ficción de baja definición, como una ciencia ficción independiente. Me gusta mucho esa descripción, me encanta también ir a ver este tipo de películas”.

Para la cineasta, las primeras reacciones ante la película fueron “muy buenas”: “Quedé muy satisfecha. Las críticas, las devoluciones, la comprensión de la gente, todo lo que compartieron con el equipo fue lindo. Es cuando entendés que la película se termina también con la mirada del espectador, con lo que el espectador piensa, con lo que te devuelve. Como que la película está incompleta hasta que la ve alguien, porque el cine tiene mucho de diálogo y mismo el ritual de ir al cine tiene que ver con que vas al cine, después salís de la sala y te vas a tomar una cerveza y a conversar de la película. Y acá, bueno, era todo. Mirábamos la película, nos quedábamos ahí en el cine y hablábamos con el público. Entonces ya fue hermoso que se diera eso. Y cuando sentís que entendieron lo que vos quisiste contar y sintieron lo que vos quisiste que se sienta, o lo que vos sentiste, u otras cosas, eso hace que la película crezca y sea mucho más tridimensional. Es muy satisfactorio”.

Un futuro brillante todavía no tiene fecha precisa de estreno en Uruguay, pero seguramente será este año. “Hay pocas salas y por suerte hay varias películas uruguayas que se estrenan este año. Entonces no es fácil encontrar un cronograma ideal para que la película dé frutos en términos de espectadores. También estamos viendo qué pasa con este premio, cuáles son las repercusiones a nivel internacional para recalcular y armar un buen estreno nacional”, dijo la cineasta.