Apenas 22% de las listas para las elecciones internas del próximo 30 de junio están encabezadas por mujeres. Según relevó la diaria, con base en las hojas de votación aprobadas por las juntas electorales, el porcentaje varía a la interna de cada partido político: mientras en el Frente Amplio (FA) y el Partido Nacional (PN) la proporción aumenta levemente a favor de las mujeres, en el Partido Colorado (PC) y, sobre todo, en Cabildo Abierto (CA), la asimetría se profundiza a favor de los varones.
Desde que se instaló el sistema de cuotas, a través de la Ley 18.476, promulgada en 2009, los partidos están obligados a intercalar en sus listas a “personas de ambos sexos” en cada terna de candidatos. Es decir, en los tres primeros lugares de cada lista siempre tiene que haber, como mínimo, un varón o una mujer, y así sucesivamente.
La normativa vigente no dice en ningún lado que cada terna debe integrarse necesariamente por dos varones y una mujer. Tampoco establece que el cupo mínimo reservado para una mujer debe ser preferentemente el último lugar de la terna. Sin embargo, en las últimas elecciones nacionales, el PN, el PC y CA aplicaron “la cuota de manera minimalista en la mayoría de sus listas, es decir, en cada terna colocaron a una sola mujer y en el tercer lugar”, según consignó ONU Mujeres.
En efecto, 78% de las listas para las próximas elecciones internas están encabezadas por varones. A su vez, en una de cada tres listas (33%), la primera terna de candidatos está ordenada conforme a la cuota mínima de representación que exige la ley. Los datos corresponden a las listas para los órganos deliberativos nacionales publicadas por la Corte Electoral hasta el 6 de junio (1.537 hojas de votación). No se consideraron las listas con postulantes para los órganos deliberativos departamentales.
Frente Amplio: las mujeres lideran una de cada cuatro listas
“Nuestro partido, el FA, se definió como antipatriarcal y antirracista en el Congreso Rodney Arismendi de 2017 y el año pasado se incorporaron estos valores al estatuto. También aplicamos el criterio de intercalar varones y mujeres en las listas. De todas maneras, no estamos conformes con esta realidad porque tampoco ha sido el gran cambio”, decía en mayo de 2024 la senadora Amanda Della Ventura, en ocasión de la discusión del proyecto de ley de paridad.
Con 26% de sus listas encabezadas por mujeres, el FA está cuatro puntos por encima del promedio. Además, debido a su resolución orgánica de intercalar varón y mujer en la gran mayoría de las nóminas, sólo 1% de las listas recurrieron a la cuota mínima de representación. En total, 71% de las listas frenteamplistas ubican en los primeros tres lugares a un varón, una mujer y nuevamente un varón.
Este es el esquema que utilizan las listas más votadas del FA. Con 89 años de edad, el expresidente José Mujica encabeza una vez más la hoja de votación del Movimiento de Participación Popular (609). El senador Óscar Andrade lidera la nómina del Partido Comunista (1001) y el diputado Gonzalo Civila, la del Partido Socialista (90). En tanto, Mario Bergara ocupa el primer puesto de Convocatoria Seregnista-Progresistas (95) y Edgardo Ortuño va al frente de la Vertiente Artiguista (77). En segundo lugar han quedado Lucía Topolansky (609), Ana Olivera (1001), Mónica Xavier (90), Liliam Kechichian (95) y la propia Della Ventura (77).
Por otra parte, más allá de la paridad que el FA aprobó en un plenario nacional en 2017, dentro de la fuerza política se observan algunas diferencias entre los precandidatos. En el caso de Carolina Cosse, 33% de las listas que respaldan a la intendenta de Montevideo son encabezadas por mujeres (entre ellas, Silvia Nane, Constanza Moreira, Glenda Roldán). El porcentaje disminuye con Yamandú Orsi: 22% de las listas que apoyan al exintendente de Canelones son lideradas por mujeres (como, por ejemplo, Cristina Lustemberg, Dayana Pérez, Susana Andrade).
Para las elecciones internas de este año, el FA detalló en un reglamento en abril que todas las listas debían aplicar la paridad, “integrando a lo sumo cada cuatro candidatos dos de distinto género, siempre y cuando” en los primeros dos lugares se incluyan candidatas mujeres.
El esquema dos mujeres, dos varones fue utilizado solamente por dos sectores en la coalición de izquierda; uno de ellos fue Casa Grande. Moreira, que lidera el sector y fue precandidata del FA en 2014, explicó a la diaria que en el sistema de partidos uruguayo, “si no tenés listas encabezadas por mujeres, no llegan las mujeres” a las cámaras, “y jamás tendremos jefas políticas”.
“Hay departamentos donde obviamente las listas van encabezadas por varones, pero en la mayoría van encabezadas por mujeres, y ese es el aporte que hacemos al proyecto de democracia paritaria, que es inseparable del proyecto de una democracia plena en Uruguay”, expresó.
Moreira señaló que en un contexto en “que nueve países en América Latina tienen democracia paritaria, que el porcentaje de mujeres en cámaras en América Latina es más del 30% y que muchos países tienen gabinetes paritarios, Uruguay está muy retrasado respecto de la representación política de las mujeres y la democracia paritaria en América Latina”.
La exsenadora planteó que “el poder en Uruguay está en manos de hombres blancos, mayores de 50 años y de Montevideo”, y eso se da en “la política, la universidad, los sectores empresariales, las organizaciones sociales, los sindicatos, en todos lados. El poder en Uruguay es eso y luchar contra el poder también es luchar contra el patriarcado”.
En ese sentido, consideró que la postulación de “Carolina [Cosse] como una candidata probable a la presidencia de la República coloca muy centralmente el tema de la mujer” en estas elecciones. También consideró que es un avance que existan más listas encabezadas por mujeres en el PN y el PC, aunque sea por las precandidatas Laura Raffo y Carolina Ache, porque en las elecciones pasadas se veían muy pocas, salvo la que lideraba la exsenadora nacionalista Verónica Alonso.
Por su parte, Lustemberg, que lidera la alianza electoral entre su sector, PAR, y El Abrazo, dijo a la diaria que si bien el FA “viene haciendo un proceso” de avanzar hacia la paridad, “culturalmente tampoco es fácil”. “Por ejemplo, cuántas listas te encontrás que estén lideradas por mujeres, yo no conozco muchas”, resaltó.
“Estoy convencida de que en Uruguay no existen las mismas oportunidades para que varones y mujeres desarrollemos una carrera política”, agregó, y manifestó que esto sucede, entre otras cosas, porque “las mujeres dedicamos casi el doble de las horas semanales que los varones al trabajo no remunerado” y “no tenemos la misma disponibilidad de tiempo para destinar a la actividad política, a participar de reuniones, a hacerse conocer”.
Además de las resistencias internas de los partidos, otra de las barreras que enfrentan las mujeres políticas es la dificultad para conseguir financiamiento. “Para las mujeres conseguir recursos es mucho más difícil. En la ley de financiamiento de partidos políticos se incluyó un artículo afirmativo que establece que se destinará 15% más en el valor por voto a los espacios que sean liderados por mujeres, porque, de verdad, esto es un tema de plata”, subrayó Lustemberg.
Partido Nacional: dos extremos
“No comparto que las mujeres están subrepresentadas en el Parlamento porque son el 52% de la población. Eso implicaría aceptar que las mujeres se hacen representar por mujeres y los hombres por hombres. Eso no funciona así; ni los discapacitados se hacen representar por discapacitados, ni los jóvenes por jóvenes, ni los adultos de la tercera edad por gente de su época, ni los de una religión por la suya”, decía el senador Jorge Gandini para argumentar su voto en contra de la ley de paridad.
La senadora nacionalista Gloria Rodríguez presentó el 8 de marzo de 2021 un proyecto de ley que proponía legislar a favor de la “participación política paritaria”, esto es, eliminar el esquema de ternas y simplemente imponer que cada lista debe integrarse “en forma alternada y secuencial” por personas de ambos sexos.
La propuesta de Rodríguez fracasó el pasado 7 de mayo a causa de los votos en contra de la mayoría de los senadores de su partido y de los socios de la coalición. A pesar de que la iniciativa naufragó, Rodríguez entiende que “la paridad está instalada en nuestro país”, en referencia a la encuesta de Equipos Consultores y ONU Mujeres presentada en marzo, que muestra que 47% de la población considera que habría que aprobar una ley de paridad y 64% cree que debería haber más mujeres legisladoras. Por lo tanto, consideró que “la sociedad está preparada para una mayor participación política de las mujeres, para la paridad y para más mujeres liderando”.
La senadora blanca sostuvo que en política hay “miles” de “mujeres preparadas, empoderadas y líderes”, y justamente lo “que nosotras las mujeres estamos reclamando es que nos permitan liderar”, insistió.
En ese sentido, gracias a las precandidatas Laura Raffo y Roxana Corbran, que encabezan buena parte de sus listas al órgano deliberativo nacional, el PN es el partido que muestra una mayor proporción de listas encabezadas por mujeres: 29%, es decir, siete puntos por encima del promedio y tres puntos por arriba del FA.
No obstante, al mismo tiempo, más de la mitad de las listas nacionalistas para la convención nacional (51%) hacen un uso minimalista del sistema de cuotas, dado que colocan sólo a una mujer y en el último lugar de la terna principal. Este es el caso, por ejemplo, de la nómina de Aire Fresco (404) en Montevideo, que postula a Álvaro Delgado, José Luis Falero y Graciela Bianchi, y luego a Pablo da Silveira, Omar Paganini y Carmen Asiaín.
De hecho, en el caso de Delgado, 63% de las listas que apoyan al exsecretario de Presidencia utilizan el esquema varón, varón, mujer. En total, sólo 19% de las hojas de votación que van con Delgado están encabezadas por mujeres.
En cambio, en el caso de Raffo, quien a diferencia de Cosse optó por encabezar buena parte de las listas que respaldan su precandidatura, 48% de sus listas tienen a una mujer en el primer lugar. Mientras que en el caso de Gandini, que también encabeza hojas de votación, 98% de las listas que apoyan al senador nacionalista están lideradas por un varón.
Partido Colorado: precandidatos a la cabeza
“Realmente estamos de acuerdo y deseamos la paridad, pero creemos que no en forma de ley, de obligatoriedad en cuanto a la conformación de las listas, cuando tenemos otras instancias de participación que también se deberían abordar, o se debería estudiar la forma de dar mayor participación a las mujeres”, decía el senador Tabaré Viera en medio de la discusión parlamentaria de mayo.
Por debajo del promedio y lejos de los guarismos de nacionalistas y frenteamplistas, el PC muestra una menor proporción de listas encabezadas por mujeres: apenas 14%. Además, 64% de sus hojas de votación emplean la cuota mínima de representación.
A diferencia del resto, el PC exhibe una clara diferenciación entre los precandidatos, que varía según el género. Andrés Ojeda, Robert Silva y Gabriel Gurméndez encabezan la mayoría de las listas que adhieren a sus precandidaturas, y ninguno de ellos tiene listas lideradas por mujeres. Por el contrario, como decidió ponerse al frente de todas sus hojas de votación, Carolina Ache no tiene listas lideradas por varones. En el medio aparece Tabaré Viera, con 92% de hojas encabezadas por varones y 8% por mujeres, como, por ejemplo, la de Andrea Maddalena en Colonia.
Si bien el hecho de colocarse al principio de la nómina anula la posibilidad de tener listas encabezadas por mujeres, la aplicación de la cuota mínima de representación en las listas de los cuatro precandidatos colorados varones oscila entre 66% y 77%, por encima del promedio.
El diputado colorado Felipe Schipani, jefe de campaña de Robert Silva, explicó a la diaria que la decisión de que el precandidato encabece las listas es una “definición histórica” del partido.
Señaló que, si bien está de acuerdo con la ley de cuotas, tiene dudas sobre una eventual aplicación de una ley de paridad. A modo de ejemplo, señaló que en el PC en la elección interna se compite por el lugar en la lista de diputados de octubre, y, en otras palabras, a mayor cantidad de votos, más probabilidad de estar en los primeros lugares de la hoja de votación en las elecciones nacionales.
A su juicio, si se aplicara la paridad, “las personas que tuvieron más votos y apoyos en las elecciones internas” no serían “las que estén después ubicadas en los mejores lugares de las listas”. Entonces se plantea “un dilema importante en torno a dos valores”: “por un lado, el valor de la voluntad popular de la gente que vota una persona en la interna para que sea candidata a diputado, y la cuestión de la designación positiva”, que se aplica por la paridad.
Por lo tanto, coincide con Gandini en que una “herramienta razonable” sería “avanzar en la paridad” en los casos en que no son “cargos electivos, como puede ser la designación de distintos jerarcas de gobierno, ministros, director de entes”.
Cabildo Abierto: mayoría absoluta de varones
El senador Guido Manini Ríos argumentaba de esta forma su oposición a la ley de paridad: “Este proyecto es altamente discriminatorio, hacia la mujer en primer lugar porque le está diciendo que si no es por fuerza de la ley, no tiene condiciones para llegar a lo más alto; [...] CA no necesita este tipo de leyes para dar participación a las mujeres; lo hizo desde el primer día y absolutamente nadie cuestionó a otro por razón de sexo”.
De los partidos con representación parlamentaria, CA es el que muestra la mayor disparidad de género: prácticamente todas sus listas están encabezadas por varones (98%), algunas por Guido Manini Ríos, otras por Raúl Lozano, y sólo unas pocas están lideradas por mujeres, como las de Ileana Viera y Alba Beretta (2%). De todos modos, en comparación a nacionalistas y colorados, CA muestra un menor uso de la cuota mínima de representación (50%), ya que en varias listas –en particular, la 7001 de Lorena Quintana– hay mujeres ocupando el segundo puesto de la nómina.
Antes de las cuotas
Las hojas de votación que los partidos registraron para las elecciones internas de 2004, cuando todavía no regía el sistema de cuotas, muestran el estado de situación previo. Por ejemplo, la Lista 10 del Foro Batllista (PC) postuló en dicha instancia a sólo una mujer entre los diez primeros lugares: Cristina Batistesa ocupó el noveno puesto. Lo mismo hizo la Lista 71 del Herrerismo (PN): sólo Julia Pou aparece entre los diez primeros lugares, en el quinto puesto. Mientras que la Lista 609 del Movimiento de Participación Popular (FA) candidateó a sólo dos mujeres entre los diez primeros de la nómina: Lucía Topolansky y Nora Castro, en los puestos seis y ocho, respectivamente.