Las elecciones más polémicas de los últimos años generaron enormes cantidades de pronunciamientos, declaraciones oficiales y especulaciones. El contexto previo, el desarrollo de la jornada y el manejo de los datos fueron analizados exhaustivamente por personalidades de todos los colores políticos. La pregunta de fondo, sin embargo, se mantiene: ¿hubo fraude? La respuesta es que no, obviamente. En el siguiente artículo explicamos por qué.

1. Porque el MLN lo dijo

El consejo de ancianos dueño del título Movimiento de Liberación Nacional, cuyos nombres se mantienen en secreto para que puedan trabajar tranquilos, afirmó que todo transcurrió con normalidad en Venezuela. En un informe emitido mediante señales de humo de mediotanque se indicó que “aquel” les mandó decir desde “allá” que no hay que ceder ante las presiones de “aquellos”. A pesar de que se ha buscado ampliar la información manejada, los integrantes del consejo han desaparecido misteriosamente para no ser descubiertos por agentes de la Matrix.

2. Hugo Chávez las declaró legítimas

El domingo de noche las autoridades electorales venezolanas estaban intranquilas. Los datos demoraban en llegar y desde la oposición y varios países del continente ya se estaba denunciando un fraude. Entonces los directivos del Consejo Nacional Electoral salieron al patio a fumar para liberar tensiones y ocurrió el milagro. Un pajarito se les acercó a cada uno de ellos y les susurró al oído: “Maduro ganó con el 51,2%, Edmundo González apenas alcanzó el 44,2% y el restante 4,6% corresponde a otros partidos, votos en blanco y anulados”. El espíritu del comandante Hugo Chávez había transmitido los resultados del escrutinio celestial.

3. Se mira todo con ojos de la ciencia burguesa

Es muy fácil sumarse a la campaña de desprestigio del gobierno socialista por el simple hecho de que se difundieron datos que mostraban que el universo de votos superaba el 100%. El problema es nuestro, porque no nos animamos a pensar en una matemática proletaria más allá de los parámetros de la ciencia burguesa que nos dice que no se puede superar el 100% como universo. ¿Y si el fervor patriótico y revolucionario nos impulsa al 110% o al 132%? ¿Vamos a refrenar esos impulsos? Que no nos gane el posibilismo.

4. El manejo del proceso electoral respetó absolutamente todas las disposiciones expresadas en la Biblia

En cualquier Estado de derecho existe un orden jerárquico para los textos que regulan las interacciones entre los individuos y las normas adoptadas por la sociedad. Existen disposiciones administrativas; más arriba, leyes; y más arriba aún, la Constitución. Pero encima de todo está la Biblia, y el texto de las Sagradas Escrituras es clarísimo en materia de procesos electorales. “Y Dios dijo a los hombres: ‘Cultivad sólo la semilla del fruto bueno’”. Doroteo 32.15.

5. Los venezolanos no son como nosotros

No es ninguna novedad la destreza democrática de los uruguayos. Pero nuestro infinito despliegue cívico, que nos convierte en el Simone Biles de la política regional, tiene su talón de Aquiles: la falta de espiritualidad. Existen ciudadanías como la venezolana, que tiende a decidir el voto desde motivaciones sentipensantes, más conectadas con la hermosura del caos cósmico multicolor que con la asfixiante grisura de las leyes electorales. Ellos no tienen la cultura cívica nuestra. ¡Por suerte! Desde su perspectiva sentipensante la jornada electoral fluyó en perfecta armonía.

6. Washington Abdala aseguró que fueron un fraude

El Turco es un colega y ya se sabe que es difícil darse cuenta cuando un humorista habla en serio. Nuestro representante en la Organización de Estados Americanos es capaz de escribir libros de chistes como ¡Viva Jorge Batlle! El último idealista, Mecanismos de coordinación de las políticas sociales o Hablemos claro, pero también ha publicado estudios académicos con títulos como YouTurk: trastornos bipolares, Abdala Goes to Washington y Rescatando al soldado del Foro Batllista. Tomarlo en serio no sólo es un despropósito, sino también un gesto ofensivo hacia el propio Abdala.

7. Las encuestas son una foto del momento

Todas las consultoras que le tomaron el pulso a la opinión pública venezolana en los últimos meses llegaban a la misma conclusión: la oposición duplicaba en intención de voto al chavismo, por lo cual el cambio de signo político era inminente. Sin embargo, en las últimas 48 horas de veda electoral no se podía hacer encuestas y el gobierno de Nicolás Maduro aprovechó la ocasión para ofrecerle a su pueblo la bacanal más grande que se recuerda en el país caribeño: canilla libre de ron cubano y cerveza Polar, habanos Cohiba para niños, cocaína colombiana en los hogares de ancianos, maratones de Óscar de León y Karol G por todos los parlantes de la ciudad. Millones de venezolanos comprobaron con sus propios oídos y paladares las virtudes del socialismo del siglo XXI y cambiaron de opinión.

8. Todos los militares cercanos a Maduro que se están enriqueciendo con la venta de petróleo dicen que no hubo fraude

Por un lado, María Corina Machado dice que hubo fraude. Por el otro, los generales del Ejército venezolano encargados de vigilar que la explotación de los recursos energéticos de la Nación se haga de la manera más transparente posible lanzaron desde sus mansiones un mensaje contundente que terminó de saldar cualquier tipo de polémica: “Aquí no hay nada que discutir. Maduro sigue. ¡Larga vida al bienestar del pueblo venezolano!”.