En una carta presentada ante el Municipio de Piriápolis, la Comisión Pro Fomento de Punta Colorada hizo saber a las autoridades de la “gran preocupación” que le transmite la comunidad de vecinos y veraneantes debido a la frecuencia de los siniestros viales que se registran en algunos puntos de la rambla costanera.
La organización reclamó una batería de medidas para mejorar la seguridad en el tránsito en toda su extensión, aunque hay puntos más complejos que otros, indicó a la diaria el presidente, Daniel Giménez.
La mayor inquietud es que los siniestros de este verano se concentran en el sector este de la punta misma (identificado en el mapa satelital como Los Albatros) debido a la falta de “señalización física” que advierta a los conductores sobre las características del lugar.
Si bien existen allí carteles que limitan la velocidad a 25 km/h, nada obliga a aminorar la marcha. “Sobre todo gente que no es del balneario y no conoce el peligro se confía, agarra velocidad y se va hacia un lado o hacia el otro”, comentó Giménez.
“Es un problema que existe desde que se inauguraron las obras de la rambla” a fines de 2021, acotó, para recordar que allí se registró el siniestro fatal más reciente, a media tarde del domingo 31 de diciembre.
Altibajos de velocidad y cruces peligrosos
Como ejemplo de buena práctica, la comisión destacó, en su nota, que en el sector de la costanera ubicado al oeste de la punta (identificado como Los Delfines) hay más curvas, pero no hubo accidentes de relevancia, “probablemente”, porque cuenta con lomos de burro, radar y cruces peatonales que mueven a los conductores a prestar más atención y reducir la velocidad.
Sin embargo, cuando se avanza en recta hacia el balneario San Francisco, vuelve el peligro porque no hay cruces para quienes van y vienen a pie de la playa. “Sumado a las velocidades que se desarrollan, sin ningún tipo de control, el cruce que debería ser un paseo marítimo singular se transforma en un verdadero peligro. Ha sido una gran suerte no tener víctimas que lamentar”, señala la nota presentada al municipio.
Por otra parte, Giménez señaló que la comisión considera “incomprensible” que mientras en balnearios aledaños -como Playa Hermosa- el límite máximo de velocidad se mantiene en 45 kilómetros por hora, en este tramo lo hayan subido a 60.
“Inicialmente era de 60, supongo que por un planteo de la comisión luego lo bajaron 45, pero después nos sorprendió que volvieran a 60”, apuntó.
Lista de medidas
Tras esas observaciones, la comisión pidió cuatro medidas puntuales para evitar siniestros. La primera, que se incorporen dispositivos que obliguen a limitar la velocidad a los 25 km/h en el tramo este, donde se registran los accidentes más graves. “No sé si un radar, eso tienen que definirlo las autoridades, pero algo debería haber”, consideró el presidente.
La segunda medida es que se reduzca la velocidad de sectores de rambla de las playas Mansa y Brava a 45 km/h, equiparándolas a otras playas de la zona. En tercer lugar, reclaman que se incorpore la suficiente cantidad de cruces para dar seguridad a quienes circulan a pie.
Giménez señaló que, tras este planteo, se abrió un expediente en el municipio para enviarlo a la dirección general de Tránsito de la Intendencia de Maldonado, donde se definen las medidas para la jurisdicción.
No obstante, considerando el avance de la temporada y la burocracia, la comisión sugirió que mientras no haya medidas se asignen inspectores para fiscalizar el tránsito.
Techitos rojos en suspenso
El presidente de la Comisión Pro Fomento de Punta Colorada señaló a la diaria que no han tenido respuesta sobre el reclamo planteado en noviembre a la IDM para que no derrumbe las casas conocidas como “Techos rojos”.
Giménez recordó que sigue en proceso una acción judicial planteada por los ocupantes y que no es resorte de la comisión expedirse sobre el tema. Sin embargo, sigue preocupando una posible demolición.
Hasta ahora, solo han recibido “trascendidos” de que la IDM concederá una de las casas a la ONG Rescate Fauna Marina y otra a una escuela de surf. Sin embargo, no hay una confirmación oficial y los vecinos desconocen qué pasará con las restantes construcciones que son un ícono histórico del balneario.