Jerarcas y equipos técnicos de la Intendencia de Maldonado (IDM) y del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) presentaron la “Propuesta de reordenación y calificación del puerto de Punta del Este y sus vecindades”, definida como “un plan maestro de gestión urbana” o una “hoja de ruta de la política pública en el área”. De acuerdo al documento, divulgado este 1º de junio en el Yacht Club de Punta del Este, se proyectan intervenciones urbanas dentro del recinto portuario de jurisdicción nacional y su entorno, además de ampliar la infraestructura acuática para “mejorar la protección del puerto, aumentar la capacidad de amarras y la recepción de la incipiente demanda de maxiyates”.
El plan maestro es producto de un convenio firmado entre el ministro José Luis Falero y el intendente Enrique Antía en 2022, más una exhaustiva negociación con los ministerios de Economía y Finanzas, Interior y Defensa Nacional, que tienen inmuebles en la zona. Esta articulación estatal fue destacada como algo inusual, aunque, para Falero, la capacidad “sin límites” del desarrollo de la zona portuaria y el convencimiento de que los cambios “serán un ganar-ganar” para todos favorecieron los acuerdos. Es que, como se leerá, la ejecución del plan terrestre implica vender la manzana 48, que es propiedad del Estado, aprobar excepciones a la normativa para construir en ese predio y la concesión de estacionamientos tarifados; con todo, se espera financiar la ampliación de la infraestructura acuática portuaria que trabaja el MTOP, desde 2020, con la constructora uruguaya Berkes.
El edificio de la Aduana será un mercado gastronómico
El proyecto terrestre está definido en el plan maestro como “Sector A”, subdividido en seis áreas de intervención. Lo diseñaron técnicos de la IDM con la asesoría externa del arquitecto Diego Capandeguy, destacó la directora general de Urbanismo de la IDM, Soledad Laguarda, al presentarlo ante un nutrido grupo de organizaciones sociales y vecinos de la península. Dijo que, así, se cumplirán tres “directrices estratégicas de política pública”: “afirmar el reposicionamiento” internacional del puerto, “potenciar la centralidad, el interés urbano y avanzar hacia una movilidad amigable para vecinos y turistas”, y “conservar y afirmar” el conjunto del área del faro como “un ámbito de gran especificidad y amigabilidad”.
La primera intervención programada apunta a la puesta en valor y el reciclaje del edificio de la Prefectura y la Aduana. Construido en 1886, fue el primer edificio público de Punta del Este, albergó a la llamada Capitanía del Puerto y es patrimonio histórico nacional. Antía aseguró que “se va a mantener como está”, que sobre eso han conversado con la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, y que la intención es “preservarlo para el disfrute de la gente y evitar el avance del deterioro”.
Buena parte del edificio está abandonada debido a problemas de infraestructura (con riesgo de derrumbe), mientras que el área ocupada presenta una notoria falta de mantenimiento, revelan fotografías tomadas para el plan maestro. Por eso, los ministerios de Defensa y del Interior acordaron con la IDM la “rehabilitación y la refuncionalización” del lugar: proyectan reconvertirlo en un mercado gastronómico integrado a la oferta de la zona, con un museo de la Armada y un mirador panorámico.
También se pondrá en valor la Plaza de la Capitanía, ubicada frente al edificio histórico. En 4.500 metros cuadrados, donde se encuentra la fosa y un poco más del predio, se construirá un parking subterráneo para 170 vehículos. Será tarifado y gestionado mediante una concesión a privados, confirmó Laguarda. Arriba estará la plaza, a la que presentó como “un espacio de convivencia” necesario entre la aduana y el puerto. Alrededor se proyectan un “balcón al mar y un parque lineal sobre la costa”, una ciclovía, una senda vehicular de dos carriles y una dársena de descarga. También habrá baños públicos, un estacionamiento exterior con 80 plazas y otro estacionamiento para bicicletas.
Edificios de dos pisos y un parking multipropósito
Otra de las propuestas acordadas por las instituciones es la instalación de un “núcleo de gestión portuaria” en la zona donde hoy se encuentran la Dirección Nacional de Hidrografía y otras dependencias del MTOP, la casa del jefe del puerto y el local de un antiguo restaurante en desuso. Aquí se proyectan dos edificios de dos pisos, adonde se trasladarán oficinas del edificio histórico y dormitorios del personal de la Prefectura que ahora están en la manzana 48.
Uno de los edificios albergará oficinas de la Aduana, el despacho del prefecto, la oficina de la marina mercante con un mostrador con acceso directo desde las marinas y la oficina de control de tráfico marítimo correspondientes al MTOP, además de instalaciones para una guardia militar y despachos administrativos. Esto se distribuirá en un área de 960 metros cuadrados, en planta baja y planta alta. El otro edificio será construido en 1.100 metros cuadrados, también en dos pisos, con destino a más dependencias de la Aduana, viviendas y dormitorios de personal de Prefectura. Además, habrá un celdario, un lavadero, un gimnasio y un pañol de armas.
Por otra parte, en el estacionamiento ubicado frente a la zona de boliches y restaurantes del puerto se construirá una “bandeja de parking multipropósito” como parte del programa “Calificación del arranque del paseo peatonal dentro del puerto”. Esta zona, de 3.800 metros cuadrados, incluirá un estacionamiento en subsuelo y una explanada superior con parking para autos, tráileres con lanchas o veleros y un área para la realización de eventos y ferias.
Manzana 48 a licitación para proyecto inmobiliario con excepciones
La manzana 48, que es propiedad del Estado, está ocupada por los ministerios del Interior y de Defensa Nacional, cuyos titulares cambiaron mientras se negociaba el proyecto: primero, la muerte de Jorge Larrañaga motivó el traslado de Luis Alberto Heber desde el MTOP y la asunción de Falero en su lugar; más recientemente, Armando Castaingdebat asumió en Defensa para sustituir a Javier García, quien se alejó para volver al Senado y dedicarse a la campaña electoral. Estos enroques, sumados a los largos meses de emergencia por la pandemia del SARS-CoV-2, atrasaron los planes de la IDM, dijo Antía. Sin embargo, hubo humo blanco.
Defensa aceptó clausurar los dormitorios de la Prefectura –con sus pequeñas ventanas en las que el personal cuelga su ropa interior a la vista de los turistas– y mudarlos al núcleo de gestión portuaria. También acordó que se llevará sus vehículos en desuso, hoy depositados en una parte baldía de la manzana 48, hacia una manzana despejada en el barrio Kennedy que le cederá la IDM. El Ministerio del Interior, en tanto, liberará el local de la seccional 10ª: la comisaría se trasladará a la rotonda de la parada 6, donde se construirá un edificio de 200 metros cuadrados más un destacamento de 60 metros cuadrados que construirá la IDM detrás del edificio Vanguardia, en Bulevar Artigas y parada 2.
La remoción de las instalaciones y el traslado de las dependencias permitirá al Estado licitar la venta de la manzana 48. “Por su implantación, el destino natural de esta manzana debería ser el residencial u hotelero”, dijo Laguarda, para informar que el predio tiene una base de 6 millones de dólares que, en la puja de interesados, podría duplicarse. “No justifica agrandar las instalaciones del Estado en una manzana con 4.600 metros cuadrados y con un importante valor inmobiliario. Proponemos que [la venta] sea una manera de financiar todo este proyecto”, agregó la directora.
Para sumar atractivo a los inversores, la IDM planteó conceder excepciones a la normativa de construcción para edificios con destino comercial y residencial en el predio. El proyecto inmobiliario denominado Balcón de la Capitanía prevé la construcción de edificios de 15 metros de altura, pero, como en ese lugar la ordenanza sólo permite hasta nueve metros, la excepción deberá ser aprobada por la Junta Departamental. Antía estimó que este proceso tomaría unos dos meses.
Laguarda argumentó que los dos edificios se plantean con el objetivo de contribuir a la calificación de la calle Juan Díaz de Solís (conocida como “calle de las palmeras”) y su integración al área portuaria. “Se necesita abrirla hacia la plaza de la Capitanía y que se convierta en una seudo primera fila”, dijo la arquitecta. Así que los edificios, con un basamento comercial y cuatro pisos destinados a residencias con vista al mar, estarán separados por un ceibo de 200 años (un hallazgo en el relevamiento de la manzana 48) y una senda peatonal que integre la “calle de las palmeras” con el mercado gastronómico.
“La calle Juan Díaz de Solís se mejoraría por actuaciones directas por parte de la IDM, sea por la propia propuesta del futuro proyecto del Balcón de la Capitanía en la manzana 48, sea por algún ajuste en la normativa”, señala el plan maestro. Luego plantea “promover una propuesta articulada junto a los principales operadores del área gastronómica y los vecinos frentistas”.
También hay planes para Mareantes, la calle que separa la manzana 48 del edificio histórico de la Aduana. Se propone “mantenerla como tal”, aunque “podría desafectarse del tránsito vehicular indiscriminado, mejorándose como espacio urbano en el marco de la puesta en valor del edificio de la Prefectura y de la Aduana y de la concreción de la actuación en la manzana 48”, establece el plan.
Berkes y las obras de infraestructura portuaria
Del proyecto de infraestructura acuática se informó que permitirá contar con 330 nuevas amarras (70% más que las disponibles actualmente) y que se construirá una escollera de cerramiento por el noroeste para proteger el área portuaria de los embates del oleaje y para permitir el atraque de maxiyates. El MTOP sólo presentó un “bosquejo” de la propuesta, con el argumento de que continúa diseñándola.
Falero dijo que todavía “hay algunas empresas que trabajan en esto junto al equipo técnico” de la cartera. Luego, el ingeniero ministerial Luis Ceiter aclaró que el esquema presentado al público “no es el que el MTOP tiene en desarrollo con la empresa que presentó la iniciativa privada”. Agregó que la firma trabaja con el Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental “en modelaciones para generar diseños de cierre que tengan el efecto deseado sin afectar el entorno costero”.
Se trata de la constructora uruguaya Berkes, encargada de las obras de las dos plantas de UPM y miembro del Grupo Vial Central que desarrolló las obras del Ferrocarril Central del Uruguay. Si bien Antía pretendió una reforma del puerto y el entorno durante su primer gobierno –coincidente con el mandato del presidente colorado Jorge Batlle (2000-2005)–, el proyecto fracasó al llegar a la Junta Departamental y el viejo anhelo quedó en el freezer hasta que Berkes entró en escena en 2020.
Tras la asunción del presidente herrerista Luis Lacalle Pou y con Antía nuevamente gobernando Maldonado, Berkes planteó al MTOP una iniciativa para construir una escollera en el puerto esteño mediante el mecanismo de concesión. La iniciativa se fue adaptando al plan urbano de la IDM y a los acuerdos entre los diversos organismos hasta que, el 29 de enero pasado, el MTOP avaló la propuesta empresarial.
Una resolución divulgada por Montevideo Portal a principios de febrero dice que “se dispondría de un período de concesión para la construcción, operación y mantenimiento” de la infraestructura. También señala que el financiamiento estará “a cargo del concesionario con la consideración de ingresos provenientes del alquiler de las nuevas amarras, del atraque de los maxiyates, de la provisión de los servicios a dichas instalaciones y por los ingresos provenientes de la gestión de dos unidades de estacionamiento de vehículos particulares a ser construidos en el área terrestre del puerto, dentro del plan maestro en desarrollo”.
Falero espera que no haya chicanas políticas
Las autoridades departamentales y nacionales anunciaron que para ejecutar el plan maestro habrá “uno o varios” llamados a licitación. Antía marcó como un hecho la licitación para la parte urbanística: la elaboración del pliego de condiciones tomará 90 días como máximo, con el objetivo de “resolver” el llamado en octubre y “dejarlo encaminado antes del próximo verano”.
El ministro también sostuvo que el proyecto que la IDM enviará a la Junta Departamental de Maldonado “está dentro del marco normativo”. Sin embargo, consideró que “quizás no sea un buen momento” porque transcurre un año electoral. “Aspiro a que no lo tomen como un juego. Es la oportunidad que tiene todo el sistema político y aspiro a que esto se concrete. En estas cosas tenemos que estar todos juntos y no jugarnos chicanas”, enfatizó.
Consultado en rueda de prensa sobre cuál será la inversión en infraestructura portuaria y cómo se financiará, Falero confirmó que los fondos surgirán de la venta de la manzana 48 y de la concesión de los estacionamientos subterráneos. No dio cifras sobre la inversión: “Dependerá de la licitación” del terreno, dijo. No mencionó a Berkes ni habló de otorgar una concesión.