La llegada de un mayor público durante el fin de semana, sumada a las jornadas soleadas que mueven a los lugareños a la costa, motivó un nuevo llamado a la población para que siga las recomendaciones y medidas que aseguren la tranquilidad de la elefanta marina y su cría nacida el 11 de octubre en La Rinconada de Piriápolis.

El veterinario Matías Loureiro, de la Intendencia de Maldonado (IDM), señaló que luego del mes vendrá “la parte más compleja para el vínculo entre ambos, dado que la cría se comienza a desplazar sola. Pasados los 30 días, el cachorro, bautizado Francisco en honor al pionero Francisco Piria, “se irá moviendo hasta que siga rumbo al sur”, agregó.

El veterinario dijo que “es difícil” saber si es macho o hembra aún, dado que alcanza su madurez a los 3 años. “Si bien hay un dimorfismo sexual llegado a la adultez, hoy es complejo decir si es macho o hembra”, detalló.

Un último esfuerzo

La directora de Ambiente de la Intendencia de Maldonado, Virginia Villarino, exhortó a realizar “un último esfuerzo” antes de que madre e hijo se separen. Reiteró la importancia de “respetar el espacio, no hacer ruido, no hacer eventos pirotécnicos y entender que la vida marina tiene su espacio”.

Desde el nacimiento, un equipo de funcionarios y voluntarios monitorean la situación, de forma que la cría complete el período de cercanía con la madre sin ser interrumpida por turistas o vecinos de la zona.

Villarino recordó que se trata de “un hecho único e inusual”, dado que es el primero de este tipo que se registra en la costa uruguaya, y consideró que el caso “deja aprendizajes y desafíos”.

Un ejemplo de trabajo comunitario

En los primeros días, la proximidad del público, la presencia de perros sueltos y la circulación de vehículos con altoparlantes por la rambla pusieron en riesgo el vínculo.

La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, el Ministerio de Ambiente, la IDM y el Municipio de Piriápolis ampliaron la zona de exclusión, tanto en la playa como dentro del agua y la prefectura comenzó a patrullar para evitar que se aproximen embarcaciones, bajo pena de sanciones.

Al mismo tiempo, la ONG SOS Rescate Fauna Marina y vecinos voluntarios –incluidos grupos de escolares y liceales– han colaborado con la vigilancia y el traslado del cerco perimetral cada vez que fue necesario. Esa tarea, seguida por miles de personas a través de las redes sociales, contribuyó a la generación de conciencia ciudadana y a mejorar las conductas.

Ahora, Villarino exhortó a “continuar este ejemplo de trabajo para que la fauna marina siga estando en las condiciones que tiene que estar”. “Trabajando en conjunto se pueden lograr muchas cosas por la preservación del ambiente y, en este caso, la vida marina”, evaluó.