Los jefes de la diplomacia de Rusia, Serguéi Lavrov, y de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunieron este viernes durante unos 90 minutos en Ginebra para discutir sobre la situación en Ucrania.

Después de la reunión, Blinken afirmó en una conferencia de prensa que Rusia tiene la posibilidad de elegir el camino de la diplomacia, y que si elige otra vía su país y la OTAN estarán listos para responderle. Agregó que así se hará ante “una agresión de Rusia, aunque no sea militar”, y reclamó a Lavrov que su país pruebe que no quiere invadir Ucrania y retire los cerca de 100.000 soldados que tiene apostados en la frontera.

Rusia no accedió. En respuesta, según la agencia AFP, Lavrov le recordó la cantidad de armamento que las potencias occidentales han suministrado a Ucrania en los últimos tiempos.

Lavrov insistió: “Quiero recordar una vez más a quienes están analizando nuestra postura que Rusia nunca, en ninguna parte, amenazó al pueblo ucraniano”. Dijo también, de acuerdo con la agencia rusa Sputnik, que si bien “la cuestión de Ucrania requiere la mayor atención”, no se debe “reducir a ella todo el problema de la arquitectura de seguridad europea”.

Moscú reclama garantías de que Ucrania no se va a sumar a la OTAN, algo que esta alianza militar no está dispuesta a brindarle porque argumenta que cada país debe decidir al respecto. Para Lavrov, “lo que la OTAN hace ahora respecto a Ucrania, muestra claramente que la OTAN la considera una zona de su influencia”.

Rusia sigue reclamando también un repliegue de tropas de Estados Unidos y sus aliados de la zona que estuvo bajo la órbita de la influencia soviética, en particular de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania. Además, Lavrov pidió a Washington que utilice su influencia para que se cumplan los acuerdos de Kiev, que apuntaron a resolver de manera pacífica el conflicto en el este ucraniano.

Aunque ambos cancilleres evaluaron de manera positiva el encuentro, de allí no surgió una solución a las tensiones entre las dos partes. “Esto no fue una negociación sino un sincero intercambio de preocupaciones e ideas”, dijo Blinken.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó que “la desconfianza entre las potencias mundiales está alcanzando un punto álgido”, y llamó a buscar mecanismos de cooperación para evitar que aumente.