Kiev, la capital ucraniana, sufrió este domingo una serie de ataques rusos, los primeros en tres semanas, haciendo que la ciudad vuelva a vivir bajo tensión extrema después de algunos días de relativa calma.
Uno de los bombardeos se produjo en las primeras horas de la mañana en el distrito de Shevchenko, en el centro de la ciudad, una zona donde hay universidades, restaurantes, comercios y galerías de arte.
El alcalde de Kiev, el excampeón mundial de boxeo Vitali Klitschko, dijo que dos edificios residenciales habían sido alcanzados en lo que calificó como un intento de “intimidar a los ucranianos” antes de la reunión del G7 y la cumbre de la OTAN.
De acuerdo al diario inglés The Guardian, sobre las 11.00 de la mañana del domingo se escucharon dos explosiones más en Kiev, pero funcionarios locales explicaron que las detonaciones fueron el sonido de la defensa aérea que destruía otros ataques entrantes. Como consecuencia de estos ataques, un hombre murió y seis personas, incluida una mujer rusa, resultaron con heridas de diversa entidad. Klitschko dijo también en su cuenta de Telegram que una niña de siete años fue rescatada de los escombros de un edificio y agregó que los equipos de rescate estaban tratando de “salvar a su madre”. El alcalde de Kiev agregó que más residentes podrían estar atrapados bajo los escombros.
Mientras esto pasaba en la capital, en el Donbás, al sureste de Ucrania, las fuerzas rusas continúan sus avances y están intentando aislar la ciudad de Lisichansk, después de haber reducido a escombros su ciudad gemela, Severodonetsk. Si Lisichansk es conquistada, algo que se prevé que suceda en los próximos días, toda la región de Lugansk, que junto con Donetsk conforman la región del Donbás, quedaría bajo control de Moscú, lo que marcaría un avance sustancial para las fuerzas invasoras en el marco de la guerra que ya lleva 123 días. La agencia de noticias rusa Interfax y combatientes separatistas de Lugansk dijeron que las tropas rusas habían ingresado a Lisichansk el sábado después de que se ordenara a las fuerzas ucranianas retirarse de Severodonetsk.
Cumbres y movilizaciones
En el ámbito diplomático estos días estarán signados por dos cumbres de alto nivel, en las que el tema excluyente será la guerra en Ucrania. El primer evento es la reunión de mandatarios del G7 que empezó el domingo en el castillo de Elmau, situado en la zona alpina de Baviera. Los mandatarios de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, junto con los líderes de la Unión Europea, analizarán hasta el martes la realidad mundial y del encuentro se espera que surja un apoyo inequívoco hacia Kiev, así como nuevas sanciones contra el gobierno ruso que lidera Vladimir Putin.
Además, estarán en la agenda de la reunión la crisis inflacionaria y también la alimentaria. Este domingo, en el comienzo del encuentro, el presidente estadounidense, Joe Biden, destacó la unidad existente entre las potencias frente a Rusia y dijo que el G7 “trabajará” en los problemas que acompañan a la guerra, en tanto que el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que Rusia “nunca” esperó que los países del grupo se mantuvieran tan juntos.
Luego de esta reunión en Alemania, los líderes se trasladarán a Madrid, donde entre miércoles y jueves tendrá lugar una nueva cumbre de la OTAN. En el cónclave se establecerán los lineamientos sobre cómo proseguirá la ayuda de la alianza militar a Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, participará en forma virtual. También estará entre los principales temas a tratar la adhesión de Finlandia y Suecia al bloque, que por ahora sigue teniendo la firme oposición de Turquía.
La reunión de la OTAN movilizará durante toda la semana a la capital española, ya que, por motivos de seguridad, habrá numerosas zonas con cortes de tráfico y con acceso restringido para el público. Además, paralelamente, organizaciones sociales y partidos de izquierda realizarán una cumbre alternativa. En este contexto, este domingo en Madrid, miles de personas se manifestaron en el centro de la ciudad convocadas por la plataforma OTAN No, bajo un férreo control policial.
Según informó el portal Público, el lema de la protesta fue “No a la OTAN. No a las guerras. Por la paz” y con los pedidos de “Bases fuera” y “No al presupuesto militarista”. Entre los argumentos expuestos en el manifiesto de la movilización, se destaca que, con los “ingentes” envíos de armas a Ucrania, “España se convertirá aún más en cómplice del ataque a la soberanía de los pueblos y al aumento de los conflictos militares en el mundo”.
Para el miércoles está prevista una segunda movilización callejera, según informaron desde la plataforma OTAN No.