El candidato del partido Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa, será el próximo presidente ecuatoriano luego de derrotar este domingo en la segunda vuelta electoral a Luisa González, candidata de la coalición izquierdista Revolución Ciudadana, afín al expresidente Rafael Correa.
Cuando se llevaban contabilizadas más del 80% de las mesas electorales Noboa tenía el 52,08% de los votos contra el 47,92% de su adversaria.
De esta manera, Noboa pudo lograr lo que su padre, Álvaro Noboa, un empresario del rubro bananero que acumula una de las mayores fortunas del país, no consiguió en los cinco intentos que tuvo de llegar a la presidencia.
Noboa, de 35 años, será el presidente más joven de Ecuador y asumirá la presidencia de un país que vive un período de inestabilidad, marcado por un aumento significativo de la violencia provocada por los grupos de narcotraficantes que operan en el país, dedicados a sacar principalmente hacia Estados Unidos la cocaína que llega desde Perú y Colombia.
Fue por este clima de violencia generalizada, que incluso costó la vida del candidato Fernando Villavicencio, que fue asesinado en Quito en un acto previo a la primera vuelta electoral el 9 de agosto, que los candidatos tuvieron que hacer sus eventos de campaña en medio de enormes dispositivos de seguridad, e incluso este domingo acudieron a votar siempre portando chaleco antibalas.
Otra cuestión central será la economía, que se viene recuperando a un ritmo menor al esperado después de la pandemia de coronavirus.
El período de gobierno de Noboa será corto, hasta mayo de 2025, porque asumirá la presidencia para completar el mandato del actual mandatario, Guillermo Lasso, que optó por llamar a elecciones anticipadas mediante una figura jurídica llamada muerte cruzada para evitar que el Congreso lo destituyera por medio de un juicio político por varios casos de corrupción en la administración de algunas empresas públicas.
De todos modos, el nuevo gobernante podrá aspirar a la reelección en las próximas elecciones, algo que Noboa ya anunció que hará.
Luisa González, que en la primera vuelta del 13 de agosto había sido la candidata más votada con el 33,61% de los apoyos, no pudo superar a Noboa, que había obtenido el 23,47%, pero que ahora logró reunir las adhesiones de todos los sectores que, básicamente, rechazan la figura de Correa.
Esta resistencia al exmandatario, quien desde que dejó la presidencia en mayo de 2017 reside en Bélgica, también le había jugado en contra a Andrés Arauz, que fue el postulante del correísmo en las elecciones de 2021, en las que se terminó imponiendo Guillermo Lasso.
Durante la campaña, Noboa manifestó que una de sus metas es reformar el sistema judicial y también el penitenciario, este último aquejado por una enorme crisis de violencia que se refleja en frecuentes motines y masacres en muchas cárceles del país.
Otra de las propuestas del ahora presidente, desde el punto de vista económico, es “proteger y reforzar la dolarización”.
En su plan de gobierno, consignado por la cadena CNN, se explica que para llegar a esta meta es necesario “mantener la disciplina fiscal” e “incrementar las reservas internacionales, lo que proporcionará una red de seguridad en caso de shocks económicos externos”.
Además, aseguró que para proteger la dolarización también se necesita promover la inversión, tanto interna como externa, y controlar la inflación.
“Aunque Ecuador no puede controlar directamente la inflación a través de la política monetaria debido a la dolarización, puede implementar políticas fiscales y económicas que ayuden a mantener la inflación bajo control”, se expresa en el plan de gobierno de Noboa.