En Valle del Golf, un barrio privado de la provincia argentina de Córdoba, fueron detenidas a última hora del jueves varias personas vinculadas con el líder de la banda ecuatoriana Los Choneros, José Adolfo Fito Macías. La fuga de Macías de la cárcel de Guayaquil, donde cumplía una condena a 34 años de prisión, fue uno de los episodios que marcaron la ola de violencia que se desató desde la semana pasada en Ecuador.
Según informó la prensa argentina, la pareja de Macías, Inda Mariela Peñarrieta Tuarez, se encontraba con sus tres hijos y otras cuatro personas en una casa que habían comprado en noviembre y en la que se habían instalado el 5 de enero, días antes de la fuga del líder de Los Choneros. A todos ellos, las autoridades migratorias les suspendieron la residencia temporal y los deportaron a Ecuador.
“Es muy típico que los narcos criminales hagan lo que hizo Fito. Siempre hacen lo mismo: buscan un lugar seguro para sus familias y que no queden involucradas en las conductas criminales”, dijo el viernes la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, que dio una conferencia de prensa junto a su par de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, y los ministros de Interior, Guillermo Francos, y de Defensa, Luis Petri. Afirmó que días antes de la fuga de Macías “su mujer con sus hijos y otros integrantes del clan viajaron a la Argentina”.
Bullrich comunicó que familiares de Macías ya habían entrado al país en setiembre, octubre y noviembre. “Nuestra hipótesis es que hubo una planificación de comprar la casa, sacar a la familia [de Ecuador] y, una vez sacada la familia, escaparse de la cárcel”, sostuvo. “Estamos orgullosos de que Argentina sea un territorio hostil para una banda de narcotraficantes que podían venir a instalarse”, agregó la ministra.
De acuerdo con la agencia Télam, en la conferencia de prensa se informó que tanto las autoridades cordobesas como investigadores de la Policía Federal Argentina recibieron de manera anónima el dato sobre la presencia en el país de la familia de Macías, e investigaron el caso junto con autoridades ecuatorianas. El ministro Francos dijo que el fiscal ecuatoriano asesinado el miércoles en Guayaquil, César Suárez, investigaba el viaje de esa familia a Argentina.
El viernes, las ocho personas volvieron a Ecuador, a una base de la Fuerza Aérea en Guayaquil. Para su llegada se desplegó un dispositivo de seguridad que incluyó el cierre de las calles cercanas y la inspección de todos los vehículos que se acercaban a la zona, además de vigilancia aérea. Hasta el viernes se desconocía el paradero de Macías, que es considerado uno de los delincuentes más peligrosos de su país.