El gobierno de Egipto que preside Abdelfatah el-Sisi anunció que su país se unirá a la causa por genocidio contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya presentada por Sudáfrica.
El anuncio egipcio llega ante “el empeoramiento de la gravedad y el alcance de los ataques israelíes contra civiles palestinos en Gaza”, según se explicó desde el Ministerio de Exteriores, y refleja la enorme molestia que hay en las autoridades de El Cairo con el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu.
Luego de caerse las posibilidades de que se concrete una tregua, una posibilidad que estuvo latente la semana pasada, las fuerzas israelíes retomaron con intensidad los ataques contra el norte de la Franja de Gaza, específicamente contra el campo de refugiados de Jabalia, el más grande de todo el enclave palestino.
Según argumentó Israel, Hamas está intentando rearmarse en la zona, uno de sus bastiones, que ya fue blanco de una intensa operación en las semanas iniciales de la guerra que comenzó el 7 de octubre del año pasado. Al mismo tiempo, Israel sigue con sus planes de avanzar por tierra sobre la ciudad de Rafah, situada en el extremo sur de Gaza sobre la frontera con Egipto. Es por esto que el Ejército israelí sigue forzando la salida de civiles del lugar, donde se estima que hay cerca de un millón de personas llegadas desde otros lugares.
Hasta el momento, según informó El País de Madrid, son más de 300.000 los palestinos que debieron irse hacia otras zonas de Gaza, que lejos están de ser seguras, como pasa con cualquier parte del territorio palestino.
En este contexto de guerra permanente, el número de muertos sigue aumentando. De acuerdo a las autoridades del Ministerio de Salud de Gaza que maneja Hamas, los fallecidos a causa de los ataques israelíes son más de 35.000, y los heridos, de diversa entidad, son más de 78.500, aunque estas cifras son parciales, porque se estima que hay miles de personas que aún no fueron encontradas debajo de los escombros que hay en numerosas ciudades y centros poblados de Gaza.
En el plano internacional, además de la demanda sudafricana que será apoyada por Egipto, se sumaron las palabras del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que este domingo en un discurso público criticó a los países occidentales por no presionar a Israel a detener sus ataques y los calificó de ser “cautivos” del “lobby sionista”.
Desde Estados Unidos, la molestia que existe entre la administración que preside Joe Biden con la de Netanyahu es indisimulable, lo que lleva la relación entre los dos países a un punto de tensión pocas veces visto.
Fue en este contexto que este domingo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que la Casa Blanca no había visto un plan israelí para el gobierno de posguerra de la Franja de Gaza.
En una serie de entrevistas con las principales cadenas estadounidenses, Blinken dijo que, sin un plan de posguerra para Gaza, Israel tendría que permanecer en la Franja indefinidamente y enfrentar una “insurgencia duradera” de los miles de milicianos restantes de Hamas o retirarse, como creemos que deben hacer”, y quedarse con “un vacío que probablemente será llenado por el caos, la anarquía y, en última instancia, nuevamente por Hamas”.
Netanyahu y su gobierno vienen siendo blanco de críticas por su negativa a elaborar un plan para la gestión de la Franja de Gaza después de la guerra, y el primer ministro se negó sistemáticamente a mantener discusiones sustanciales dentro del gabinete sobre el asunto debido a la preocupación de que pudieran colapsar su coalición, en la que tienen un peso sustancial sectores racistas de extrema derecha.
En Israel, este domingo, se conmemoró lo que en hebreo se conoce como Yom Hazikarón (Día del Recuerdo), jornada en la que se recuerda a los militares y también a los civiles muertos en combate.
Durante la ceremonia, llevada a cabo este domingo en el Muro de los Lamentos, en Jerusalén, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, dijo que es responsable de brindar respuestas a las familias de los militares asesinados.
“Como comandante de las FDI durante la guerra, asumo la responsabilidad por el hecho de que las FDI fracasaron en su misión de proteger a los ciudadanos del Estado de Israel el 7 de octubre. Siento su peso sobre mis hombros todos los días, y en mi corazón comprendo perfectamente su significado”, expresó Halevi.
Un día antes, el sábado, miles de israelíes volvieron a protagonizar masivas protestas, las más grandes en las ciudades de Tel Aviv y Haifa, reclamando por la liberación de los rehenes que están en Gaza y exigiendo la renuncia de Netanyahu.