Una eventual mayoría de la extrema derecha francesa en la Asamblea Nacional tendría repercusiones no sólo a nivel interno de ese país, sino también en Europa y América Latina, afirmaron a la diaria el exvicecanciller Ariel Bergamino y el magíster en relaciones internacionales Sebastián Hagobian.

“Para América Latina es otra señal pésima. Estos avances promueven la xenofobia, lo que es la criminalización de la migración, porque la ultraderecha siempre dice que la clave de todos los males es la migración. América Latina tiene mucha migración en Europa por diferentes lazos históricos, y tener estas ultraderechas en el poder puede implicar deportaciones masivas y poner en riesgo a la población latina que se encuentra en Europa”, afirmó.

Hagobian consideró que la llegada al poder de la ultraderecha podría ocasionar un impacto en la productividad económica de algunos países latinoamericanos, “ya que las remesas son una de las principales fuentes de ingreso de muchas familias”.

Unión Europea-Mercosur

En la misma sintonía, Bergamino advirtió que también es necesario observar qué consecuencias tendrá esta elección en el posicionamiento de la Unión Europea en su relacionamiento con América Latina.

“¿Qué pasará entonces en este escenario con el largo y tortuoso proceso de negociación de un acuerdo comercial Unión Europea-Mercosur? En fin, yo creo que tenemos que prepararnos para, por un tiempito, navegar en la incertidumbre. No es lo mejor, pero es la realidad. Y la izquierda debería estar atenta a estas elecciones, que son una manifestación del talante y del humor del electorado”, agregó.

Bergamino consideró que estas elecciones pueden tener “consecuencias graves”. “Si mirás el panorama europeo y el global, te das cuenta de que las consecuencias de un cambio de gobierno y de orientación en Francia tendrían consecuencias indisimulables y enfáticas en la Unión Europea y en el escenario global especialmente complejo, con un alto grado de peligrosidad e incertidumbre con algunos conflictos que están a las puertas de Europa, porque en última instancia ni Ucrania ni Medio Oriente están tan lejos”, agregó.

La extrema derecha francesa ha sido la gran ganadora durante la primera vuelta de las elecciones legislativas, celebradas este domingo, las cuales tuvieron una participación ciudadana récord, que se ubicó en torno al 65%.

De esta forma, Agrupación Nacional tiene chances de ser la primera fuerza parlamentaria tras la segunda vuelta, el 7 de julio. Sin embargo, no está claro si podrá alcanzar la cantidad suficiente de diputados (289 escaños) para poder designar a un primer ministro.

Un avance que no se detiene

Por otro lado, Bergamino afirmó que 2024 es un año “muy intenso” en términos electorales a nivel global, ya que se celebrarán varias elecciones en distintos países. Recordó que el 9 de junio se realizaron las elecciones de la Unión Europea, que tuvieron un “gran impacto” en los 27 países que conforman el bloque.

“Yo te diría que salvo Suecia y España, donde se logró detener el avance de los sectores de derecha y de ultraderecha, en el resto de los países estos sectores, estas expresiones, ya no solamente de derecha, sino de ultraderecha, tuvieron un avance significativo y especialmente en Francia, donde Agrupación Nacional [ultraderecha] llegó a un 30% del electorado, dejando en segundo lugar y muy lejos al partido del presidente [Emmanuel] Macron”, afirmó.

Las elecciones de la Unión Europea son muy importantes para los estados que forman el bloque, ya que funciona como una entidad supranacional y una asociación política y económica, argumentó Bergamino. “Una elección parlamentaria a nivel de la Unión Europea naturalmente, por la misma homeostasis que tiene, repercute en el ámbito nacional. En segundo lugar, porque marca el estado de la sociedad, el ánimo, el talante de la sociedad francesa, que no es novedoso, ya que en anteriores elecciones ese talante había quedado de manifiesto”, añadió.

Jugada “arriesgada”

Tanto Hagobian como Bergamino coincidieron en que la decisión de Macron de anticipar elecciones fue “arriesgada”. “Sería la primera vez que llegue un gobierno ultranacionalista a Francia, con todo lo que implica. En este concierto europeo donde la ultraderecha avanza, que gane y se consolide en Francia una visión tan conservadora representa un gran peligro no sólo para París, Europa, y también obviamente lo que es el mundo, sin duda eso marcaría un antes y un después”, reflexionó Hagobian.

Por su parte, Bergamino dijo que el presidente intentó poner un “último pique de contención a un avance de la derecha y de la ultraderecha, que es pronunciado y que parece inexorable en la próxima elección nacional”.

El exvicecanciller consideró que se repitió el resultado que se dio en la elección europea de semanas atrás. “Se produjo un avance de la agrupación de derecha y ultraderecha y un desplome del gobierno de Macron. Lo que no se sabe es si esa holgura, esa diferencia, alcanza para obtener la mayoría absoluta en la Asamblea General. La Asamblea General francesa es muy poderosa porque tiene la potestad de proponer y sancionar, ella tiene la potestad también de controlar al gobierno y de cambiar al primer ministro”, agregó.

Coordinaciones

Ahondando en el análisis, Hagobian remarcó que la ultraderecha europea tiene también sus coordinaciones con América Latina.

“Cuando Vox (partido español) planteó la Iberoesfera, buscó estipular que la derecha conservadora y ultranacionalista de Europa coordine y articule con América Latina. Hay diferentes foros y ya tiene un intermediario y un interlocutor de esas derechas en (el presidente argentino Javier) Milei. Incluso Milei ha participado en instancias y congresos de Vox”, remarcó.

La Iberosfera es un término que fue creado por Vox en 2020, cuyo objetivo es ser un proyecto político que reúna a líderes ultraderechistas a ambos lados del Atlántico. Dicha propuesta pretende plantear como enemigos regionales a los actores progresistas como el Foro de San Pablo o el Grupo de Puebla.

Mensaje para las izquierdas

Hagobian indicó que es necesario que Macron tenga una mayor apertura en su gobierno y estimó que las izquierdas tienen que reflexionar ante este avance de la “derecha más conservadora” en Francia.

“La ultraderecha está a las puertas de ganar si no hay una reconversión de las izquierdas, del progresismo, si no hay una autocrítica y un camino hacia una unidad. Si no se hace, va a ser una crónica de una muerte anunciada”, sentenció.

Consideró que es “fundamental” que las izquierdas, tanto de América Latina como a nivel mundial, sean más conscientes del avance de la ultraderecha y sus características. “Tienen otros ribetes distintos de la derecha tradicional. Utilizan la democracia como un medio, pero no creen en ella. Obviamente tienen un componente racial, religioso, conservador más fuerte, y eso impactaría en los valores de convivencia republicana. Por lo tanto, creo que en América Latina las izquierdas están muy desperdigadas, las coordinaciones tienen muy poca interacción. Si no se coordinan, lo que está pasando en Europa se viene más temprano que tarde en América Latina”, concluyó.