En la mayor mezquita de Qatar, en la ciudad de Doha, miles de personas participaron el viernes en el funeral de Ismail Haniyeh, el líder político del movimiento palestino Hamas asesinado el miércoles en Teherán, la capital iraní. Tanto Irán como Hamas afirmaron que tomarán represalias por este ataque, que atribuyen a Israel.

Una advertencia similar hizo también esta semana la milicia chiita Hezbollah, después de que fuera asesinado su jefe militar, Fuad Shukr, en un ataque en Beirut, la capital de Líbano.

El jefe del Estado Mayor de Israel, Herzi Halevi, dijo en alusión a esas advertencias: “Nuestro mensaje es claro: quienes ataquen a los ciudadanos del Estado de Israel sepan que estamos dispuestos a llegar lejos, a reunir información de inteligencia muy precisa, a atacar y a matar”, según citó la agencia Efe. A su vez, Daniel Hagari, el portavoz del Ejército, dijo que Israel está “en máxima alerta”, pero que “sabe cómo hacer frente a las amenazas de forma defensiva y responder con fuerza ofensiva”.

La despedida de Haniyeh se extendió por varios países. El jueves, el dirigente de Hamas recibió homenajes fúnebres en Irán, y el viernes hubo otras ceremonias y reconocimientos en campos de desplazados palestinos en Líbano y en mezquitas de Yemen, Irak y Baréin.

En la zona árabe de Jerusalén, en la mezquita de Al Aqsa, el imán Ekrima Sabri mencionó a Haniyeh durante una ceremonia religiosa y, en respuesta, Israel abrió una investigación en su contra. “Es sospechoso de haber hecho declaraciones de incitación y apoyo al terrorismo durante un sermón”, informó la Policía, que lo detuvo para que declarara.

Pakistán y Turquía declararon un día de luto oficial, y la embajada turca en Tel Aviv tuvo su bandera a media asta. Por este gesto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel convocó al embajador turco. “Israel no aceptará manifestaciones de participación en el luto por un asesino como Ismail Haniyeh”, manifestó el ministro Israel Katz.

La muerte de Haniyeh, que era visto como un líder moderado y lideraba la delegación palestina en las conversaciones sobre una tregua en la Franja de Gaza, impactó en esos diálogos. “¿Cómo se pueden celebrar negociaciones cuando una de las partes asesina a la otra?”, dijo el miércoles el primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abderrahmán.

Sin embargo, el viernes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó a su equipo negociador a viajar este sábado a El Cairo para seguir dialogando. Más temprano, el jefe del Mossad, David Barnea, que encabeza ese equipo, cuestionó que Netanyahu no aprovechara la ventaja que le daba la muerte de Haniyeh.

Más de 300 días de ofensiva militar israelí dejaron 39.500 muertos y más de 90.000 heridos en la Franja de Gaza. Sin embargo, los llamados internacionales apuntaban el viernes a que el conflicto no se extienda en la región. Con ese objetivo, el coordinador especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el proceso de paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, conversó con los gobiernos de Líbano, Egipto y Qatar. A su vez, el titular de la ONU, António Guterres, le transmitió al canciller iraní, Alí Bagheri, su “profunda preocupación” al respecto. El ministro iraní le respondió que su país no renunciará a “su derecho inherente a la autodefensa”.