Los gobiernos de Jordania y Egipto se manifestaron de manera contundente en contra de la idea planteada por el presidente estadounidense, Donald Trump, de pedirles a estos dos países árabes que reciban a un millón y medio de palestinos, como forma de terminar con el drama humanitario que está sucediendo en la Franja de Gaza.
El ministro de Relaciones Exteriores jordano, Ayman Safadi, dejó en claro que el rechazo de su país a esta idea es “firme e inquebrantable”.
Mientras tanto, según informó el diario israelí Haaretz, el gobierno de Egipto del presidente Abdelfatá Al-Sisi le comunicó directamente a Washington su oposición total al plan, que no es la primera vez que es propuesto.
Durante el presente conflicto, pero mucho antes también, desde los sectores más extremistas de la derecha israelí expresaron su idea de que el conflicto en la Franja de Gaza, y también en los otros territorios palestinos, podría resolverse, no con una solución de dos estados, sino simplemente trasladando a la población palestina hacia países árabes vecinos.
Sobre esta cuestión, en 2023, pocos meses después de que comenzara la guerra entre Israel y Hamas, el mandatario egipcio Al-Sisi había dicho: “Si eso ocurre, ya no existiría una razón para hablar de un pueblo palestino: la tierra seguiría ahí, pero la gente no”.
Por su parte, el gobierno de la Autoridad Palestina, que preside Mahmud Abbas, fue claro sobre el tema. “No permitiremos que se repitan las catástrofes que sufrió nuestro pueblo en los años 1948 y 1967. Nuestro pueblo no se irá”, se expresó este domingo desde el gobierno, que tiene su sede en la ciudad de Ramala, en Cisjordania, y que es el Ejecutivo palestino que cuenta con reconocimiento en la comunidad internacional.
Desde la entidad se agregó, además, que tales proyectos constituyen “una violación de las líneas rojas contra las que hemos advertido repetidamente”.
Los dichos de Trump que provocaron estas reacciones fueron expresados durante una conferencia de prensa de 20 minutos que ofreció el sábado a bordo del avión presidencial, el Air Force One.
El mandatario republicano de 78 años que asumió la presidencia el lunes dijo que le gustaría “simplemente limpiar” la Franja de Gaza y que la población se trasladara a otros países de Medio Oriente. “Estás hablando de un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo eso”, dijo Trump, según consignaron los medios presentes.
“Algo tiene que pasar, pero en este momento es literalmente un sitio demolido. Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí. Así que prefiero involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde creo que tal vez puedan vivir en paz”, aseveró Trump.
Trump también dijo a los periodistas que había hablado el sábado con el rey Abdullah II, de Jordania, sobre su idea y agregó que el domingo conversaría con el presidente egipcio Al-Sisi.
Pero las palabras del presidente estadounidense no sólo causaron rechazo en el mundo árabe, sino también en su país e incluso dentro de su partido. En declaraciones a CNN, el senador Lindsey Graham, un veterano legislador republicano cuya relación con el mandatario es fluctuante, se mostró desconcertado ante la iniciativa de trasladar a los palestinos.
“No sé de qué está hablando. La idea de que todos los palestinos se van a ir a otro lugar no la veo demasiado práctica”, dijo Graham, oriundo del estado de Carolina del Sur, quien fue representante entre 1995 y 2003 y desde ese año hasta ahora renovó sucesivamente su banca como senador.
“¿Apoya el mundo árabe el envío de los palestinos de Gaza? Me sorprendería que lo hicieran”, agregó el congresista, quien es un decidido defensor de Israel y que durante el presente conflicto tuvo que afrontar críticas por comentarios contra los palestinos.
“Hamas es el problema para el mundo, no sólo para los palestinos”, agregó Graham, que dijo que la organización islamista a la que él considera terrorista debe ser destruida.
Previsiblemente, las dos mayores figuras políticas de la extrema derecha israelí, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el exministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir celebraron el planteo de Trump.
“Después de 76 años durante los cuales la mayoría de la población de Gaza fue mantenida por la fuerza en duras condiciones para preservar la aspiración de destruir el Estado de Israel, la idea de ayudarlos a encontrar otros lugares para comenzar una vida nueva y mejor es una idea excelente”, dijo Smotrich en declaraciones al Canal 12 israelí, consignadas por el portal turco Anadolu.
“Durante años, los políticos propusieron soluciones poco prácticas, como dividir la tierra y establecer un Estado palestino. Sólo un pensamiento innovador y nuevas soluciones traerán paz y seguridad”, agregó Smotrich, quien es el líder del partido Sionismo Religioso, sector que representa los intereses de los colonos extremistas.
“Trabajaré con el primer ministro y el gabinete para desarrollar un plan operativo para implementar esto lo antes posible”, dijo Smotrich, aunque la viabilidad de que esto suceda en los hechos es nula.
Por su parte, el exministro Ben-Gvir, quien salió del gobierno luego de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, aprobara la tregua con Hamas en Gaza, también respaldó el llamado de Trump.
“Felicito al presidente estadounidense Trump por la iniciativa de trasladar residentes de Gaza a Jordania y Egipto”, escribió Ben-Gvir en su cuenta de X. “Una de nuestras demandas al primer ministro Benjamin Netanyahu es promover la emigración voluntaria. Cuando el presidente de la mayor superpotencia del mundo, Trump, plantea personalmente esta idea, vale la pena que el gobierno israelí la implemente: ¡promover la emigración ahora!”, expresó el dirigente extremista.
Palestinos retenidos en la carretera
En este momento, decenas de miles de palestinos que llevan consigo sus pertenencias no están pudiendo retornar a sus hogares situados en el norte de la Franja de Gaza porque Israel les está impidiendo el paso.
La razón manifestada por el gobierno de Netanyahu es que Hamas incumplió el plan de entrega de rehenes y no devolvió en el último intercambio a Arbel Yehoud, una civil de 28 años capturada como el resto de los secuestrados el 7 de octubre de 2023.
Desde el gobierno se informó que, hasta que la situación de Yehoud no sea resuelta, el pasaje hacia el norte, el corredor Netzarim, creado por los soldados israelíes durante el presente conflicto para dividir a Gaza en dos partes, además de todos los puestos de control, proseguirá bloqueado.
Según informaron corresponsales de agencias presentes en el lugar, miles de palestinos permanecen a la intemperie, esperando instrucciones del ejército israelí en la carretera Salah al-Din, al sur del corredor Netzarim, y en la carretera al-Rashid, que está situada al oeste del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del territorio gazatí.
Medios palestinos comunicaron que Yehoud no está en manos de Hamas, sino de otra organización militar que opera en Gaza, la Yihad Islámica Palestina, que se comprometió a liberar a la rehén antes del próximo intercambio previsto para el fin de semana que viene, pero fuentes del gobierno de Israel aseguraron que todavía no se llegó a un acuerdo.
En declaraciones a la cadena panárabe con sede en Qatar Al Jazeera, el subsecretario de la Yihad Islámica, Mohammed al-Hindi, dijo que Yehoud está en buen estado de salud y que sería liberada antes de lo previsto, pero agregó que están esperando “una respuesta práctica de los mediadores en cuanto a permitir el regreso de los desplazados al norte de la Franja de Gaza”.
Mientras esto sucede en Gaza, en la frontera entre Israel y Líbano hay tensiones porque las fuerzas israelíes no se retiraron el sábado del lugar de acuerdo a lo que se había pactado.
Las autoridades israelíes argumentan que el ejército libanés todavía no desplegó todas sus fuerzas ni empezó las búsquedas de armamento que hay en la zona en manos de la organización chiita proiraní Hezbolá.
Israel advirtió a los habitantes de varios pueblos libaneses que no intenten regresar a sus hogares, y en ese contexto se registraron incidentes en los que se reportó el asesinato de al menos 22 personas, entre ellas, un soldado del ejército libanés por disparos de los israelíes.
Por el momento, Hezbolá denunció la violación de los acuerdos por parte de Israel, pero no efectuó ninguna respuesta militar.