Karoline Leavitt, la vocera del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el jueves que un “comunista” visitaría el viernes la Casa Blanca, en referencia al recién electo alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani. No informó a qué hora sería el encuentro, sólo dijo que Trump mostraba así su disposición a “reunirse y hablar con cualquiera e intentar hacer lo correcto en nombre del pueblo estadounidense”.
En este caso, no se trataba de “cualquiera”, sino de un dirigente que ganó las elecciones del 4 de noviembre con el 50,6% de los votos y que el 1º de enero asumirá como alcalde de una de las principales ciudades de Estados Unidos. Ganó, además, en la ciudad en la que Trump ha desarrollado buena parte de sus negocios, y lo hizo con un perfil muy distinto al del presidente: Mamdani es el primer alcalde musulmán de Nueva York, en tiempos en que la diversidad es mal vista, y llegó al triunfo electoral con un discurso muy alejado de las posturas del presidente, con promesas de hacer más accesible la ciudad en materia de vivienda, transporte y alimento.
El jueves dijo que se proponía “hablar con franqueza” con Trump sobre el problema que implica el alto costo de vida para la población de Nueva York. “Me reuniré con quien sea, hablaré con quien sea, siempre y cuando pueda beneficiar una agenda económica para los neoyorquinos”, agregó.
Finalmente, en la tarde del viernes Trump y Mamdani se reunieron en la Oficina Oval de la Casa Blanca, se dieron un apretón de manos para las cámaras y dieron una conferencia de prensa en la que los dos calificaron el encuentro como “muy productivo”.
Trump dijo que ambos tienen “una cosa en común: queremos que a esta ciudad nuestra, que amamos, le vaya muy bien”. Agregó que están de acuerdo en “más cosas de las que pensaba”.
“Creo que van a tener, con suerte, un alcalde realmente excelente”, dijo. “Creo que va a sorprender a algunas personas conservadoras, y también a algunas personas muy progresistas”, agregó, según citó CNN.
Destacó que es un candidato que “salió de la nada” y ganó la elección, y prometió que lo va a ayudar en su tarea de “hacer algo realmente grande por Nueva York”, según la prensa estadounidense.
A su vez, Mamdani coincidió en que el encuentro se enfocó en la admiración y el amor por Nueva York que los dos comparten y dijo que espera trabajar junto al presidente “para lograr esa asequibilidad para los neoyorquinos”, ocho millones y medio de personas, de las cuales muchas “están luchando por costear la vida en la ciudad más cara de Estados Unidos”.
Antes de este encuentro, Trump había amenazado con cortarle los fondos federales a la ciudad y Mamdani había dicho que combatiría el “fascismo” del presidente. Pero el viernes, Trump le restó importancia a sus amenazas, y cuando a Mamdani le preguntaron si sigue pensando que el presidente es un fascista, dijo que habló sobre eso. Pero Trump lo interrumpió. “Está bien”, dijo. “Podés decir eso, es más fácil que explicarlo”.
El alcalde electo también había dicho que Trump es “un déspota” y el presidente había advertido que los habitantes de Nueva York huirían a Florida para no vivir bajo un “régimen comunista”. Una aliada del presidente, la congresista por Nueva York Elise Stefanik, había dicho que Mamdani era un jihadista. Según The Guardian, Trump fue consultado el viernes al respecto. Respondió que eso fue retórica de campaña y agregó: “Conocí a un hombre que es una persona muy racional”.