El senador Flávio Bolsonaro declaró que podría no presentar su candidatura a la Presidencia de la República en las elecciones del año que viene, tras anunciar el viernes que había sido elegido por su padre, el exmandatario Jair Bolsonaro, para ser el postulante del Partido Liberal (PL).

“Existe la posibilidad de que no llegue hasta el final. Tengo un precio por ello. Tengo un precio por no llegar hasta el final. Pero hablaré de eso mañana. Sólo quiero que lo piensen. Lo que está en juego en Brasil y cuánto vale para mí retirar mi candidatura”, declaró Flávio Bolsonaro en un encuentro con periodistas este domingo.

Flávio Bolsonaro también fue cuestionado sobre la reacción del gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, integrante del partido derechista Republicanos, sobre el anuncio de su candidatura, y dijo que fue la “primera persona” con la que habló tras el anuncio. De acuerdo a lo que informó el portal Metrópoles, el gobernador no se pronunció públicamente sobre la decisión de Jair Bolsonaro, condenado a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado tras la derrota electoral de 2022, de promover la candidatura de su hijo.

Sectores de la derecha y también de los partidos de centro, denominados en Brasil en su conjunto como “centrão”, expresaron sus reservas sobre la candidatura del hijo de Bolsonaro, dado que muchos entienden que el mejor candidato para enfrentar al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones es precisamente Freitas.

En su primera aparición pública luego del anuncio de su candidatura, Flávio Bolsonaro minimizó las reacciones negativas y anunció que se reunirá con líderes de partidos de derecha este lunes. La revista Carta Capital informó que en la reunión se espera que participen el presidente del PL, Valdemar Costa Neto; el presidente de União Brasil, Antonio Rueda, y el presidente del partido Progresistas, Ciro Nogueira. La invitación también se extendió al presidente del partido Republicanos, Marcos Pereira.

Cuando se le preguntó sobre las reacciones negativas que recibió el anuncio de su candidatura en el mercado financiero, Flávio Bolsonaro calificó las evaluaciones de “precipitadas” y dijo que, a lo largo de la campaña, tendrá la oportunidad de mostrar un “Bolsonaro diferente”, “más centrado” y que “realmente quiere la pacificación del país”.

Lula arriba en las encuestas

Una encuesta de Datafolha publicada el sábado sobre las elecciones del año que viene marca que Lula mantiene una ventaja consistente frente a los principales candidatos de la derecha, especialmente en la segunda vuelta.

Los datos revelan que el senador Flávio Bolsonaro aparece 15 puntos por detrás del presidente en una simulación directa de un eventual mano a mano entre ellos.

Según Folha de São Paulo, la encuesta fue realizada en base a entrevistas a 2.002 votantes entre el martes y el jueves de la semana pasada en 113 municipios del país. El sondeo de opinión, por lo tanto, fue hecho antes del anuncio de Flávio Bolsonaro de que había sido elegido por su padre para ser candidato.

En la segunda vuelta, Lula amplía ligeramente su ventaja en comparación con la encuesta realizada en julio. Frente a Flávio Bolsonaro, el presidente aparece con 51%, mientras que el senador registra 36%. Anteriormente, el porcentaje era de 48% frente a 37%.

Entre los gobernadores de derecha, las cifras son menos desfavorables en un escenario de segunda vuelta. Tarcísio de Freitas aparece con 42% frente a 47% de Lula, una variación cercana a la de julio, cuando obtuvo 41% frente a 45%.

En la primera vuelta, Lula mantiene 41% de la intención de voto en los diferentes escenarios evaluados. Flávio Bolsonaro registra un 18%, seguido de Ratinho Jr. (12%), Ronaldo Caiado (7%) y Romeu Zema (6%), estos tres últimos gobernadores de los estados de Paraná, Goiás y Minas Gerais, respectivamente.

La encuesta destaca, sin embargo, un punto decisivo: el rechazo a los candidatos. Jair Bolsonaro lidera con 45%, seguido de Lula, con 44%. Flávio Bolsonaro registra 38% de rechazo, Eduardo Bolsonaro, 37%, y Michelle Bolsonaro, 35%. Estas cifras refuerzan la interpretación de que el apellido Bolsonaro se convirtió en un lastre electoral, incluso con el intento del expresidente de mantener su influencia sobre la derecha.

Mientras tanto, aunque lidera las encuestas, Lula enfrenta el desafío de equilibrar su alto índice de rechazo y un índice de desaprobación de 38% con un índice de aprobación estancado de 32%.