De manera sorpresiva, luego de haber quedado en el segundo lugar en la primera vuelta de hace dos semanas con casi 20 puntos porcentuales menos que el ultraderechista George Simion, el alcalde de Bucarest, el centrista proeuropeo Nicusor Dan, se impuso este domingo en las elecciones presidenciales de Rumania.
Cuando, de acuerdo a cifras oficiales, se habían contabilizado el 85% de los votos, Dan tenía 53,2% de los apoyos contra 46,8% de Simion, un ferviente admirador del presidente estadounidense, Donald Trump.
Luego de conocer los resultados que le dieron la presidencia, el alcalde de Bucarest, un matemático de 55 años que ganó mucha notoriedad durante su gestión por su lucha contra la corrupción de los promotores inmobiliarios, afirmó que los votantes que quieren “un cambio profundo, instituciones estatales funcionales, menos corrupción, una economía próspera y una sociedad de diálogo, no de odio, han ganado”.
Simion, sin embargo, antes de conocer los resultados oficiales, cuando se habían difundido las encuestas de boca de urna, se había proclamado vencedor. “Somos los claros ganadores de estas elecciones. Reivindicamos la victoria en nombre del pueblo rumano”, expresó el candidato ultraderechista, quien contaba con el apoyo de Calin Georgescu, candidato prorruso que había ganado las elecciones celebradas en noviembre del año pasado, que luego fueron anuladas por el Tribunal Constitucional por la probada injerencia extranjera que hubo en favor del ganador, que además contó con financiación ilegal de su campaña.
El domingo, tras conocer su derrota, Simion prometió que un recuento paralelo de votos garantizaría la identificación de cualquier posibilidad de fraude.
De acuerdo a cifras oficiales brindadas por las autoridades electorales rumanas, en estas elecciones votó casi 65% de la ciudadanía, una cifra récord en la historia del país centroeuropeo. En la primera vuelta de hace dos semanas había votado un poco más de 53% de los habilitados, por lo que la mayor participación explica la imposición de Dan, celebrada en las calles de Bucarest, y también en Bruselas, sede de la Unión Europea.
Los analistas políticos habían descrito las elecciones rumanas de este domingo como las más importantes desde la caída del régimen comunista de Nicolae Ceausescu, en la Navidad de 1989, con importantes implicaciones para la orientación estratégica y las perspectivas económicas del país, así como para la unidad de la Unión Europea, incomodada por la orientación del gobierno húngaro de Viktor Orbán y de otros ejecutivos que integran el bloque que tienen en su interna formaciones de extrema derecha.
La derrota de Simion generó una reacción del creador y propietario de la aplicación de mensajería Telegram, el ruso Pável Dúrov, quien acusó a Francia, sin mencionarla, de haber intentado que Telegram “silenciase las voces conservadoras” en Rumania.
“Francia rechaza categóricamente esas alegaciones y hace un llamamiento a la responsabilidad y al respeto de la democracia rumana”, publicó el Ministerio de Exteriores de Francia en su cuenta de X.
De acuerdo a lo que informó el portal France 24, Dúrov, que también tiene nacionalidad francesa y de Emiratos Árabes Unidos, está acusado en Francia de varios cargos relacionados con los contenidos ilícitos que circulan en Telegram. Para Francia, sin embargo, “las recientes acusaciones” planteadas por Dúrov no son más que “una maniobra de distracción frente a las verdaderas amenazas de injerencias que afectan a Rumania”.