En la Franja de Gaza “el tiempo se acaba”, advirtió el viernes un portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), James Elder. “Si no se pone fin al actual bloqueo de más de 100 días al combustible que llega a Gaza, los niños y niñas empezarán a morir de sed”, advirtió.
Este territorio palestino no dispone de una red de electricidad debido a la ofensiva israelí, y depende del combustible para que funcionen las instalaciones de agua potable que todavía están operativas, 87 de las 217 existentes, informó Europa Press.
Del combustible depende la potabilización del agua mediante plantas desalinizadoras y también su traslado a la población. De acuerdo con Elder, en algunos casos se están utilizando burros para cargar el agua porque no se puede contar con los camiones que se suelen emplear. Así, animales para los que también falta el alimento cargan unos cientos de litros para abastecer a los palestinos, mientras que los camiones pueden transportar unos 15.000, informó.
El vocero advirtió que en semanas el sistema puede colapsar por completo, y que su estado actual está promoviendo la propagación de enfermedades entre la población gazatí.
Agregó que se trata de “una sequía provocada por el hombre” y que “se puede detener”. Afirmó que “si hay voluntad política, la crisis del agua se aliviará de la noche a la mañana: el combustible significaría que el agua fluye de cientos de pozos subterráneos y restablece el suministro en un día”.
Según Unicef, además, entre abril y mayo aumentó 50% el número de niños que necesitan asistencia en hospitales por desnutrición aguda, y se llegó a un promedio de 110 por día.
El sistema de reparto del escaso alimento que llega a la Franja de Gaza, a cargo de la Fundación Humanitaria para Gaza, que emplea a mercenarios estadounidenses, implica un gran riesgo para la seguridad de las personas que se agolpan para recibirlo. El viernes, de las 70 muertes causadas por ataques israelíes en ese territorio, 36 ocurrieron en los puntos de reparto, informaron las autoridades locales.
De acuerdo con la agencia Efe, 25 personas murieron y más de un centenar fueron heridas por disparos del ejército israelí cuando esperaban que se les entregara ayuda humanitaria en un punto de distribución cercano al corredor de Netzarim. Otras 11 murieron en bombardeos durante la espera cerca de otro de esos puntos, en la ciudad de Rafah. El total de muertes que dejó en la Franja de Gaza esta ofensiva, desde octubre de 2023, supera las 55.700 personas.
Varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierten que además de agua, combustible y alimento, hacen falta insumos médicos para una población que sobrevive con heridas y mutilaciones a bombardeos y otros ataques armados que derrumban o incendian refugios y viviendas.
El viernes Israel anunció que mató el lunes a un integrante de alto rango de las Brigadas Muyahidines, Tafi al Agha. Según un comunicado del ejército, Al Agha “dirigió el secuestro, asesinato, detención y entierro de civiles israelíes que fueron secuestrados en la Franja de Gaza por la organización” en octubre de 2023. Israel también identifica a Al Agha como el sustituto del jefe de las Brigadas Muyahidines, Asaad Abu Sharia, asesinado por militares semanas atrás.
El movimiento islamista Hamas, que en los hechos gobernaba la Franja de Gaza cuando comenzó esta ofensiva, reiteró el viernes que está dispuesto a liberar a todos los rehenes que están en su poder si obtiene “garantías internacionales” sobre el fin de la “guerra genocida”. Así lo manifestó Sami abú Zuhri, uno de sus dirigentes.
Sin embargo, esta postura no ha logrado hasta ahora un acuerdo. En distintas propuestas, el gobierno de Benjamin Netanyahu planteó un cese del fuego temporal, con intercambio de rehenes israelíes por palestinos presos, pero sin incluir el final de la ofensiva ni desistir de su objetivo declarado de “derrotar a Hamas”. De este modo, la tregua alcanzada en enero terminó el 18 de marzo, y se restringió el ingreso de ayuda humanitaria.
La Unión Europea analiza un informe sobre Gaza
Un informe encargado por la Unión Europea al Servicio Europeo de Acción Exterior reportó que hay “indicios” de que la ofensiva de Israel en Gaza viola las obligaciones en materia de derechos humanos asumidas con el bloque en el Acuerdo de Asociación entre las dos partes.
El reporte es muy cauto si se lo compara con declaraciones como la del Comité Especial de las Naciones Unidas para investigar las prácticas israelíes que afectan los derechos humanos de palestinos y árabes, que concluyó el año pasado que la ofensiva de Israel en Gaza “es consistente con las características de un genocidio”. Sin embargo, el documento abre paso a que la Unión Europea analice su Acuerdo de Asociación con Israel.
“Sobre la base de las evaluaciones realizadas por las instituciones internacionales independientes [...], existen indicios de que Israel estaría incumpliendo sus obligaciones en materia de derechos humanos en virtud del artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel”, señala el informe, entregado el viernes a los países miembros del bloque. El texto fue elaborado por la alta representante europea para la Política Exterior, Kaja Kallas, y apunta a la situación en Gaza.
Durante el fin de semana lo analizarán representantes diplomáticos de los países de la Unión Europea, y el lunes será un insumo en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del bloque convocada para analizar la postura común frente a las acciones del gobierno israelí.
Si bien no se prevé que la Unión Europea responda con medidas para sancionar a Israel, comienza a evaluar bajo otra óptica la situación de los palestinos. Esta semana España, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Eslovenia y Suecia pidieron a la Comisión Europea que examine “cómo el comercio de bienes y servicios vinculados a los asentamientos ilegales en el Territorio Palestino Ocupado puede armonizarse con el derecho internacional”.