El ex presidente de Perú Alberto Fujimori regresó a su casa después de recibir el alta en la clínica Centenario Peruano Japonesa, donde permanecía internado por problemas de salud vinculados a su edad, 79 años, desde hace casi dos semanas. Mientras estaba en la clínica, Fujimori fue beneficiado por un polémico indulto concedido por el actual presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
Fujimori dejó la clínica en la noche del jueves en una silla de ruedas acompañado por uno de sus hijos, el diputado Kenji Fujimori. El ex presidente se dirigió a su casa en Lima, en el barrio privado La Molina, donde una decena de vecinos protestaban por su regreso. En la barrera de acceso al barrio privado, una mujer se subió al capó de una camioneta policial que acompañaba a Fujimori y empezó a gritar exigiéndole al ex presidente que pague lo que les robó a los peruanos. Fujimori ha sido condenado por corrupción y por violaciones a los derechos humanos; parte de una de las condenas era el pago de una multa de 8,5 millones de dólares, pero el ex mandatario nunca la abonó.
Después de la llegada a su casa, su hija mayor, Keiko, publicó en redes sociales una foto en la que se la ve acompañada por su padre y sus tres hermanos.
La casa en la que vivirá el ex presidente está en un terreno de 1.900 metros cuadrados, tiene dos pisos, está rodeada por amplios jardines y cuenta con una piscina. Las únicas limitaciones que tendrá el ex presidente, que fue condenado por delitos de lesa humanidad, serán las vinculadas a su estado de salud.