En su primera comunicación pública luego de ser elegido próximo ministro de Educación de Brasil, el colombiano Ricardo Vélez Rodríguez –nacido en 1943 en Bogotá y naturalizado ciudadano brasileño en 1997– expresó ayer en un comunicado difundido por los medios brasileños que “pretende colocar a la gestión de la educación y a la elaboración de normas en el contexto de la preservación de valores muy arraigados en la sociedad brasileña, que en su esencia es conservadora y rechaza experiencias que pretenden pasar por arriba de valores tradicionales ligados a la preservación de la familia y de la moral humanista”.

Este párrafo dentro del extenso comunicado sirve para ilustrar la ideología de Vélez Rodríguez, filósofo y profesor de esta materia, quien se desempeña como tal en la Universidad Federal de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, y además es profesor emérito de la Escuela de Comando y del Estado Mayor del Ejército brasileño. Autor de varios libros, entre otros uno denominado La gran mentira: Lula y el patrimonio petista, Vélez Rodríguez es un católico ferviente que hace pocos días, en su blog personal, dijo: “Los brasileños han sido rehenes de un sistema de enseñanza ajena a sus vidas y alineado con la intención de imponer a la sociedad una adoctrinación de índole cientificista, enquistada de ideología marxista”.

La elección del nuevo ministro –oficializada en la noche del jueves– contó con la aprobación de la bancada evangelista, que dos días antes había vetado de hecho a quien Bolsonaro pretendía designar en el cargo, el educador Mozart Neves, a quienes miembros de la poderosa bancada religiosa calificaron de “izquierdista”.

El discurso del ministro electo va en consonancia con la idea de Bolsonaro de impulsar el programa Escuela Sin Partido, un plan que, entre otras cosas, pretende desalentar la participación de los estudiantes en temas políticos, así como erradicar de las aulas las discusiones sobre temas de género. Este proyecto de Bolsonaro ya ha comenzado a afectar el funcionamiento dentro de las instituciones educativas brasileñas, porque muchos docentes temen que la efectivización de este plan desencadene una especie de caza de brujas a los profesores disidentes del ideario del nuevo gobierno, según informaron varios medios brasileños en los últimos días.

Vélez Rodríguez se reunió ayer con Bolsonaro en Brasilia, en un encuentro en el que también participó el general Augusto Heleno, que comandará el Gabinete de Seguridad Institucional, y también el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del presidente electo quien apoyaba decididamente la elección del académico colombiano como ministro de Educación.