Stephen Barclay, quien se venía desempeñando como secretario de Estado de Salud y Cuidados Sociales, fue nombrado ayer por la primera ministra británica, Theresa May, como nuevo ministro para el brexit, luego de la renuncia de Dominic Raab, quien dejó el cargo el jueves en discrepancia con algunos puntos clave del preacuerdo presentado por la líder del gobierno para la salida del país de la Unión Europea (UE).
Según manifestó el portavoz de May, el nuevo ministro centrará su gestión en la preparación de los asuntos internos de Reino Unido de cara al brexit y a las negociaciones con el Parlamento, mientras que May se enfocará personalmente en coordinar los últimos diez días de negociaciones con Bruselas, en las que se decidirá el marco del futuro de las relaciones entre el bloque y Londres.
Asimismo, May está luchando internamente para detener una revuelta del ala más euroscéptica de su partido, el Conservador, ya que varios miembros del sector están intentando votar una moción de censura a la primera ministra.
Según informó The Guardian, May mantuvo contactos, ayer, con varios dirigentes conservadores para intentar detener la hostilidad hacia ella que hay entre algunos parlamentarios, que se oponen a los términos del brexit pactados entre la líder y la UE.
De acuerdo a un análisis publicado ayer por El País de Madrid, los diputados conservadores que hace dos años se mostraron partidarios de permanecer dentro de la UE ven en la posible votación de moción contra May una oportunidad de dar una lección a los euroescépticos y poner fin a sus maniobras, que están intentando sacar a May del poder. “Es casi una cuestión de honor deshacerse del Grupo de Investigaciones Europeas [la organización euroescéptica liderada por el ultraconservador Jacob Rees-Mogg] y sus miembros de extrema derecha, que llevan años arruinando el futuro de este partido”, afirmó Nicholas Soames, un diputado conservador, quien es nieto de Winston Churchill y tiene una carrera parlamentaria de más de 30 años.