El Centro Costa Salguero, un enorme complejo de convenciones ubicado en el barrio porteño de Palermo, a orillas del Río de la Plata, es la sede del G20, encuentro político y económico que se extenderá oficialmente hasta esta noche, en el que participan autoridades de las principales potencias mundiales, de los países emergentes, además de otros países invitados y de organismos internacionales como la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La actividad, que comenzó ayer de mañana con un discurso de bienvenida realizado por el presidente argentino Mauricio Macri, dio y dará lugar a muchos encuentros bilaterales en los que se tratarán temas importantes de la actual coyuntura mundial, como por ejemplo el que sostendrán esta noche el presidente chino Xi Jinping con su homólogo estadounidense Donald Trump. En esta reunión el principal tema que estará sobre la mesa será la guerra comercial que están sosteniendo ambos países, las dos mayores economías del mundo, desde mediados de este año. Según se ha especulado en los días previos al encuentro, la idea de ambos mandatarios es bajar el tono de la disputa, por lo que la reunión ha tomado una importancia significativa.
En la foto oficial que se tomó en el mediodía de ayer la gran ausente fue la canciller alemana Angela Merkel, quien, debido a una falla en su avión oficial, debió regresar a Alemania cuando estaba sobre el cielo holandés y tomar un vuelo de línea. Debido a este imprevisto Merkel recién arribó a Buenos Aires en las últimas horas de la tarde ayer, justo a tiempo para presenciar el espectáculo artístico ofrecido a los visitantes en el teatro Colón.
Durante las pocas horas que permanecerá en la capital argentina la canciller alemana mantendrá encuentros privados con Trump y también con el presidente ruso Vladimir Putin, para hablar sobre la crisis que actualmente está teniendo la nación rusa y Ucrania, a causa de un incidente militar ocurrido hace pocos días en el mar de Azov, en el que seis marineros ucranianos resultaron heridos.
Justamente la puja entre rusos y ucranianos fue invocada por el presidente Trump como motivo para cancelar el encuentro previsto con Putin durante la cumbre de Buenos Aires.
“Dado que los buques y los marineros no han sido devueltos a Ucrania por Rusia, he decidido que lo mejor para todas las partes es que cancele la reunión prevista en Argentina con el presidente Vladimir Putin”, escribió Trump en su cuenta de Twitter desde el avión presidencial que lo trasladaba a Buenos Aires.
Moscú respondió de inmediato y mediante su portavoz oficial, Dmitri Peskov, expresó que el Kremlin “lamenta” la decisión del presidente de Estados Unidos de anular la reunión con su homólogo ruso en el G20. Pero la portavoz de la cancillería rusa Maria Zajarova dio otra versión y manifestó que a su entender la cancelación del encuentro se debe a asuntos políticos internos de Estados Unidos.
Los que sí tuvieron un mano a mano ayer fueron el presidente argentino Macri y Theresa May, la primera ministra inglesa, encuentro cargado de simbolismo, ya que es la primera vez que un mandatario argentino y un primer ministro británico se reúnen en Buenos Aires luego de la Guerra de Malvinas. Ambos políticos se encuentran viviendo situaciones delicadas: Macri afrontando una importante crisis económica y social en su país y May intentando quedar lo menos herida posible del brexit, la traumática salida del Reino Unido de la Unión Europea.
En el encuentro, según informó Clarín, no se tocó para nada el tema de la soberanía de las islas Malvinas –“la relación profunda con las islas no va a cambiar como consecuencia del brexit”, dijo May al diario argentino–, pero sí se habló sobre el futuro de la relación comercial de Argentina con el Reino Unido tras la salida de esta última nación del bloque comunitario europeo.
Pero mientras los líderes deliberaban, en las calles de Buenos Aires se realizó una masiva manifestación que recorrió varias cuadras del centro porteño y finalizó en los accesos al edificio del Congreso. En la primera línea de la marcha se ubicaron varios dirigentes, entre ellos Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Néstor Pitrola, María del Cármen Verdú, Hugo Godoy, Claudio Lozano y Alejandro Bodart. La lectura del documento oficial de la movilización estuvo a cargo de Norita Cortiñas, según informó Tiempo Argentino.
Organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicatos y partidos de izquierda fueron los convocantes para la movilización que, entre otras consignas, sostenía las de “No al G20”; “Abajo el acuerdo Macri-FMI”; “Fuera Trump y demás líderes imperialistas”, “Por el no pago de la deuda externa”, “No al ajuste, la entrega y la represión”. La marcha fue controlada por un enorme operativo policial y transcurrió sin mayores inconvenientes, más allá de que algunas personas fueron detenidas. La quema de un gigantesco muñeco de Donald Trump marcó el final de la masiva marcha.
El tema de la seguridad fue una de las obsesiones del gobierno de Macri en la previa del encuentro y así ayer Buenos Aires, más allá de la marcha, estuvo blindada, sin transporte público y con más de 20.000 policías, personal de gendarmería y de prefectura naval custodiando las zonas por donde transitaron las numerosas comitivas internacionales.