Ayer el gobierno de Estados Unidos acusó a Rusia de violar los tratados de no proliferación nuclear tras el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de que su país ha desarrollado un misil que no puede ser detectado.
La reacción de Washington se produce horas después de que Putin dijera que Rusia ha desarrollado un misil balístico que tiene un “alcance prácticamente ilimitado” y que convierte en “inútil” el escudo antimisiles colocado por Estados Unidos en su territorio y en Europa del Este.
Para el Departamento de Defensa estadounidense el anuncio de Putin no fue sorprendente. “No estamos sorprendidos por esta afirmación, pero el pueblo estadounidense puede estar seguro de que estamos completamente preparados”, indicó la portavoz del Pentágono Dana White a la prensa.
Putin develó la existencia de este nuevo misil el jueves durante su discurso sobre el estado de la nación realizado en el Parlamento ruso en el marco de la campaña hacia las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 18 de marzo, en las que todo indica que el actual mandatario será reelegido nuevamente.
Durante su intervención, que duró algo más de dos horas, Putin repasó los avances registrados en todas las áreas sociales y propuso además líneas de actuación para los próximos seis años que permitan el desarrollo de Rusia y “una vida mejor para todos los rusos”.
En ese marco Putin dedicó cerca de la mitad de su discurso al sector defensa y presentó, además del nuevo misil, un dron submarino y un misil hipersónico apto para el transporte de ojivas nucleares, un arsenal que le ha costado al Kremlin varios cientos de millones de dólares. Según dijo el presidente ruso, “nadie en el mundo tiene algo igual por ahora. ¡Es algo fantástico!”, a la vez que aseguró que el desarrollo de estas nuevas armas es una “respuesta a la salida unilateral del tratado de defensa antimisiles por parte de Estados Unidos”.