El 14 de marzo la edila del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), feminista, negra y lesbiana, Marielle Franco, de 38 años, fue ejecutada en Río de Janeiro a la salida de un debate sobre mujeres negras, feminismo y derechos políticos. Le dispararon nueve veces, cuatro de ellas en la cabeza. Además de ella, murió el conductor del automóvil en el que se trasladaba, Anderson Gomes. Una asesora de ella, Fernanda Chaves, fue la única sobreviviente, y después de testificar ante la Policía dejó el estado por temor a una represalia.

Los indicios sobre lo sucedido son pocos: las balas encontradas en el lugar corresponden a un lote que compró la Policía Federal, aunque el gobierno lo atribuyó a un robo de parte de ese lote, y se presume que los disparos fueron hechos por un profesional. Estos indicios fueron utilizados por aquellos que ya de antemano estaban convencidos de que Franco fue asesinada por su militancia activa en contra de la actuación policial violenta en Río.

Después de esos descubrimientos iniciales, la investigación quedó en silencio y se desconoce si hay nuevos elementos. “El abanico de posibilidades sobre el crimen se está simplificando”, aseguró esta semana el ministro de Seguridad del gobierno, Raul Jungmann, pero no dio más detalles. Dirigentes del PSOL han recurrido a medios de comunicación para reclamar justicia por Franco y movimientos sociales han organizado decenas de acciones con el mismo objetivo. Ayer se sumó Amnistía Internacional: “La sociedad necesita saber quién mató a Marielle y por qué”, dijo su directora en Brasil, Jurema Werneck. “Cada día que este caso sigue sin revolverse empeoran el riesgo y la incertidumbre que rodea a los activistas de derechos humanos”, agregó.

Mientras la investigación por la muerte no avanza, la imagen de Franco fue manchada con varias noticias falsas, una de las cuales la vinculaba con el narcotráfico en las favelas cariocas. Pese a ello, cada vez más mujeres empezaron a reconocer en esta referente –de origen humilde, que fue madre a los 19 años y logró recibirse de socióloga y hacer una maestría en administración pública– un ejemplo a seguir.