La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por el brote del virus del Ébola que se declaró el pasado 8 de mayo en la República Democrática del Congo, que ya causó la muerte de 25 personas.
La situación empeoró ayer, luego de que se confirmara la aparición del primer caso de la enfermedad en una zona urbana, la ciudad de Mbandaka, localidad en la que viven más de un millón de habitantes. Ante esta noticia, la alerta en Congo y los países limítrofes pasó a ser alta. “El caso confirmado en Mbandaka, un gran centro urbano ubicado en las principales rutas aéreas nacionales e internacionales, de ríos y carreteras, aumenta el riesgo de propagación dentro de la República Democrática del Congo y hacia los países vecinos”, establece un comunicado emitido ayer por la OMS.
Las cifras actualizadas por el Ministro de Salud de Congo arrojan un total de 45 casos reportados desde el 4 de abril, siendo 14 de ellos confirmados, 10 sospechosos y 21 probables. La OMS ha enviado 7.540 dosis de una vacuna experimental –que ya fue utilizada con éxito en el brote que se registró en Guinea en los años 2014 y 2016– para intentar detener la proliferación del virus. 4.300 de estas dosis ya llegaron a Kinshasa, la capital del país, y según afirmó a medios locales la portavoz del Ministerio de Salud, Jessica Ilunga, el proceso de vacunación comenzará este mismo fin de semana. Según afirmó, la vacuna “será administrada exclusivamente a aquellas personas directamente expuestas a casos confirmados de ébola y a todas las personas en contacto con estos casos”. En este sentido, ha detallado que entre las personas que serán vacunadas figurarán todos los trabajadores médicos y el personal de salud que ha tratado a los afectados o a pacientes de casos sospechosos de ébola.
Según informó la agencia Reuters, en los próximos días la OMS convocará aun Comité de Emergencia de expertos para asesorar sobre la respuesta internacional al brote y decidir si este constituye efectivamente una “emergencia de salud pública de interés internacional”.
Los primeros casos del virus del Ébola fueron reportados en el año 1976 en Zaire, antigua denominación de la actual República Democrática del Congo. Este virus se encuentra en la naturaleza de numerosos países de África central y occidental. Se cree que el reservorio del virus son ciertas clases de murciélagos que pueden contagiar o bien a otros animales o a seres humanos (zoonosis) y desencadenar un brote. Entre las personas, el virus se transmite por contacto directo con la sangre o fluidos corporales de alguna persona enferma. Los primeros síntomas de esta afección son similares a la malaria o la gripe, pero en una segunda fase causa hemorragias internas graves que pueden acabar con la vida del paciente.