Las autoridades ecuatorianas informaron ayer que el país perdió la batalla legal contra la petrolera estadounidense Chevron por un caso de contaminación en la Amazonia.

La causa comenzó en 1993, a raíz de una denuncia presentada por comunidades indígenas y de trabajadores rurales afectadas por vertidos de Texaco –petrolera que en 2001 fue adquirida por Chevron– entre 1964 y 1990. En las cortes ecuatorianas Chevron fue condenado a pagar indemnizaciones a estas comunidades y reparaciones por los daños ambientales.

Sin embargo, la empresa apeló estos fallos ante el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, que terminó dándole la razón, según reconoció ayer el gobierno ecuatoriano a través del fiscal general de Ecuador, Íñigo Salvador. Ecuador fue encontrado culpable de “denegación de justicia”, “violación al principio de trato justo y equitativo” y de incumplimiento “de los laudos arbitrales previos que establecían medidas cautelares”, indicó. Por estos delitos el país deberá pagar una multa que será fijada por el tribunal en los próximos meses, pero que se prevé que sea de “cuantiosas sumas de dinero”, indicó el secretario de Presidencia, Eduardo Jurado. Para el actual gobierno, el ex presidente Rafael Correa impulsó el caso Chevron “para ganar protagonismo político y mediático y empleó fondos públicos para propaganda, manipulando la opinión pública nacional e internacional”, dijo Jurado. La administración de Moreno considera a Correa responsable de este fallo adverso y solicitó a la Fiscalía que aplique el derecho de repetición, previsto en la Constitución ecuatoriana, a través del cual se le podría exigir a Correa o a los abogados que hayan actuado en el caso a nivel internacional que se hagan cargo de la multa que Ecuador tenga que pagar.

El fiscal general dijo que la Fiscalía está analizando la actuación de los abogados y evalúa si es viable la aplicación del derecho de repetición.