En decenas de ciudades colombianas prosiguieron ayer las movilizaciones que comenzaron el jueves con el masivo paro general convocado por centrales sindicales, organizaciones estudiantiles y distintos movimientos sociales. Además de las marchas, ayer hubo un masivo cacerolazo, en el marco de las protestas contra las políticas económicas del gobierno que preside Iván Duque.

En una conferencia de prensa, los principales referentes del Comité Nacional de Paro, que reúne a los distintos convocantes, pidieron una reunión urgente con el presidente para hablar sobre medidas de reforma laboral, cambios en las pasividades y en los tributos, privatizaciones y políticas medioambientales que han sugerido el gobierno y cámaras patronales. La agenda abarca también la educación y la implementación del proceso de paz en Colombia.

Según consignó el diario bogotano El Espectador, integrantes del comité manifestaron en un comunicado que el gobierno “se equivocó al decir que no había razones para marchar”, que rechazan “los hechos violentos de la Policía”, que se declaran “en estado de alerta” y que continuarán con las manifestaciones pacíficas. Exigen además que “el Congreso y el partido de gobierno no estigmaticen al pueblo”.

En respuesta, el presidente manifestó anoche su voluntad de dialogar. En un discurso televisado, Duque afirmó: “A partir de la próxima semana daré inicio a una conversación nacional que fortalezca la agenda vigente de política social; trabajando así, de manera unida, en una visión de mediano y largo plazo, que nos permita cerrar las brechas sociales”. Pidió “a los líderes de los diferentes sectores sociales y políticos” trabajar juntos “para derrotar la desigualdad, la informalidad y las brechas que dividen a nuestro país”.

Horas antes del cacerolazo, en Bogotá y otras ciudades hubo incidentes, al igual que el primer día de movilizaciones. En respuesta, la alcaldía de la capital decretó un toque de queda como el que hubo el jueves en Cali y en varias ciudades cercanas.

El ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, confirmó que el jueves, en el marco de las protestas, murieron tres personas, dos en Buenaventura y una en Candelaria, dos municipios ubicados en el Valle del Cauca, departamento cuya capital es Cali. Además, según informes oficiales, fueron heridas más de 250 personas.