La Cumbre del Clima de Madrid que se realizó durante toda la semana se extendió de forma imprevista hasta la madrugada, luego de que no existieran consensos para lograr la redacción de una declaración final. La discusión acerca de los mercados de carbono mantenía una distancia casi insalvable entre los negociadores de la Unión Europea con los de Australia y Brasil, dos países reticentes a reducir sus emisiones de carbono.
Por otra parte, la delegación de India –otro de los países que más contaminan en el mundo– puso condiciones que otros participantes consideraron inaceptables para firmar la declaración final, lo cual generó una situación de incertidumbre en la cumbre. Durante el día, miles de personas, en su mayoría jóvenes, se congregaron para protestar contra la falta de decisión de los países para tomar medidas que atiendan esta crisis global.