El Senado argentino sancionó en la madrugada de este sábado la ley de “emergencia pública”, un amplio paquete de medidas e impuestos con el que el nuevo gobierno de Alberto Fernández busca hacer frente a la crisis social y económica que atraviesa el país.

Tras una sesión parlamentaria que duró casi 12 horas, esta ley, considerada clave por la nueva administración para frenar la recesión, salió adelante con el voto a favor de 41 senadores, frente a 23 en contra y una abstención, informó la agencia Efe.

La sesión extraordinaria representó el debut de la ex presidenta Cristina Fernández (2007-2015), actual vicepresidenta del país, como titular del Senado y comenzó luego de que la Cámara de Diputados aprobara el proyecto en la madrugada del viernes, tras otras 15 horas de debate.

La Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva declara la emergencia en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, de la previsión social, tarifaria, energética, sanitaria y social, y delega al Ejecutivo facultades especiales hasta el 31 de diciembre de 2020.

El senador oficialista Carlos Caserio afirmó en el debate que la ley permitirá “poner a la Argentina en movimiento” porque “la situación es realmente grave”.

El senador Esteban Bullrich, de la coalición Juntos por el Cambio ahora opositora, afirmó ante el pleno que este “es un día triste para la república”.

La norma prevé, entre otros puntos, el congelamiento por 180 días de las tarifas de servicios públicos y la suspensión del ajuste de las jubilaciones para reformular el sistema de pensiones.

La iniciativa es muy amplia y entre sus otros puntos salientes destacan la creación y el aumento de algunos tributos, un asunto clave para resolver los desequilibrios fiscales del país, y temas de la deuda pública.

El texto incluye la creación de un impuesto denominado “país” (impuesto para una Argentina inclusiva y solidaria) que gravará con una tasa del 30% la adquisición de divisas extranjeras para atesoramiento, la compra de pasajes y paquetes turísticos en dólares para viajar al exterior y los gastos que se hagan en moneda extranjera dentro y fuera del país.

Además, el Ejecutivo pretende aumentar otros impuestos y los derechos a las exportaciones de productos agrícolas, que se podrán incrementar hasta el 33% en el caso de la soja, el principal cultivo de Argentina.

Entre los cambios realizados por los diputados, se decidió excluir de la suspensión del sistema de ajuste de las jubilaciones a los regímenes especiales, como el que rige las asignaciones de las autoridades del Poder Ejecutivo y el Judicial, lo que generó una amplia polémica.

El presidente Fernández pretende que se termine con las jubilaciones de privilegio y así lo expresó a través de su cuenta en Twitter.

El de este sábado fue la primera sesión del Senado tras la investidura, el 10 de diciembre, de Alberto Fernández y Cristina Fernández como presidente y vicepresidenta de Argentina.

Cristina Fernández fue senadora en varios periodos y condujo sin sobresaltos la sesión, con excepción del cruce con un senador oficialista que la llamó “presidente”.

Fernández rectificó diciendo: “Presidenta, perdón, senador, presidenta. Eso lo dicen los machistas”.

Argentina, en recesión desde abril de 2018, arrastra alta inflación (los precios subieron el 52,1% interanual en noviembre) y elevados niveles de pobreza, que se prevé que ronden el 40% de la población a final de año.