Más allá de los espectáculos musicales que se están llevando a cabo en cada uno de los extremos del puente internacional Las Tienditas que une la ciudad colombiana de Cúcuta con la localidad venezolana de Ureña, lo que está armado en la frontera entre las dos naciones es un escenario de enfrentamiento inminente, en medio de un clima cada vez más crispado entre las partes en conflicto.

Ayer miles de personas se reunieron en el lado colombiano de la frontera para asistir al concierto denominado Venezuela Live Aid, organizado por el multimillonario británico Richard Franson, en el que participarán hasta hoy artistas como los españoles Alejandro Sanz y Miguel Bosé, el colombiano Juanes, el puertorriqueño Luis Fonsi y los venezolanos Ricardo Montaner y José Luis Rodríguez, el Puma. Del lado venezolano, en el estado de Táchira, se celebra desde ayer y hasta el domingo el recital denominado Para la Guerra Nada, auspiciado bajo el hashtag #TrumpHandsOffVenezuela, en el que participarán artistas locales afines con el presidente Nicolás Maduro. Pero detrás de las fachadas musicales y de las enormes multitudes que se reunieron de un lado y otro de la frontera, la tensión llegará a su punto culminante hoy, día en en el que el autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó puso como plazo a las Fuerza Armada Nacional Bolivarianas (FANB) para que permitan el ingreso de ayuda humanitaria al país; la mayor parte de esta procede de Estados Unidos.

“Decidan de qué lado están en esta hora definitiva. A todos los militares: entre hoy y mañana ustedes definirán cómo quieren ser recordados. Ya sabemos que están con el pueblo, ustedes nos lo han dejado muy claro. Mañana podrán demostrarlo”, escribió ayer Guaidó en su cuenta de Twitter.

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana –a quien aproximadamente 50 países reconocen como el legítimo gobernante venezolano– está en Cúcuta, desde donde hoy pretende encabezar, junto a miles de voluntarios, el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela. Junto a él están en la ciudad fronteriza el presidente colombiano Iván Duque, así como los mandatarios de Chile y Paraguay, Sebastián Piñera y Mario Abdo Reyes, respectivamente, y también el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, además de representantes del gobierno estadounidense.

Concierto de tres días convocado por el presidente Nicolás Maduro en la frontera con Colombia, en respuesta al festival Venezuela Live Aid organizado por el multimillonario británico Richard Branson en el lado colombiano.

Concierto de tres días convocado por el presidente Nicolás Maduro en la frontera con Colombia, en respuesta al festival Venezuela Live Aid organizado por el multimillonario británico Richard Branson en el lado colombiano.

Foto: Juan Barreto, AFP

Pero para Maduro y sus partidarios, lo que se esconde detrás de la ayuda humanitaria es un intento de invasión de Estados Unidos. En ese sentido ayer la cancillería de Rusia –uno de los más firmes aliados con los que cuenta el gobierno de Maduro– denunció que la administración de Donald Trump comenzó el traslado de fuerzas especiales a la frontera de Venezuela.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, indicó que Estados Unidos está trasladando fuerzas especiales y equipamiento a la frontera de Venezuela y busca junto con sus aliados de la Organización de Tratado Atlántico (OTAN) entregar armas y municiones a la oposición de Maduro. “Esta provocación se lleva a cabo por Washington conforme con todas las reglas del arte militar [...] hay indicios de que fuerzas especiales y material bélico estadounidense se trasladan hacia el territorio de Venezuela”, dijo la diplomática, citada por la agencia de noticias rusa Sputnik. También apoyó públicamente a Maduro el gobierno chino –otro de sus más grandes aliados–, que ayer, en una declaración realizada por el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Geng Shuang, remarcó la postura de su país de rechazo a cualquier presión injerencista que pueda poner en peligro la estabilidad de Venezuela.

“China está en contra de la injerencia militar y en contra de cualquier tipo de acción que provoque una escalada de tensión en Venezuela”, dijo el funcionario.

Geng llamó a la calma y a evitar que se ingrese la supuesta “ayuda humanitaria” sin la autorización del Estado venezolano, ya que esta acción podría tener consecuencias graves. Asimismo, destacó el papel del gobierno de Venezuela que ha garantizado la paz en ese país, pese a la presión externa.

Preocupación y muertes confusas

El presidente Maduro permanece en Caracas, donde hoy está previsto que se realice una manifestación masiva en apoyo a su gobierno, al igual que en otras ciudades venezolanas. Del mismo modo, Guaidó también llamó a sus partidarios a movilizarse, lo cual genera inquietud por los eventuales enfrentamientos que se puedan registrar, más allá de que el foco del conflicto está puesto en la frontera.

La preocupación no es ajena a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y por ello ayer el secretario general de la entidad, el portugués António Guterres, se reunió en Nueva York con el canciller venezolano, Jorge Arreaza. Guterres está siguiendo con “creciente preocupación” la situación en Venezuela y pidió “enérgicamente” que se evite toda violencia, expresó ayer su portavoz Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa. Según afirmó el funcionario, Guterres estará muy pendiente de lo que ocurra hoy, cuando la oposición intente introducir ayuda humanitaria en el país pese al rechazo del gobierno de Maduro. Además Dujarric dijo que “cualquier pérdida de vidas es lamentable”, en referencia a los dos fallecidos en la frontera con Brasil en enfrentamientos entre una comunidad indígena y fuerzas militares venezolanas.

Vista aérea del lado colombiano de la frontera donde se realizó el concierto Venezuela Live Aid. El encuentro fue organizado por el multimillonario británico Richard Branson para recaudar fondos que se destinarían a ayuda humanitaria.

Vista aérea del lado colombiano de la frontera donde se realizó el concierto Venezuela Live Aid. El encuentro fue organizado por el multimillonario británico Richard Branson para recaudar fondos que se destinarían a ayuda humanitaria.

Foto: Edinson Estupinan, AFP

Según se supo en las primeras horas de ayer, al menos dos personas murieron y 22 resultaron heridas en la madrugada del viernes luego de que personal de la Guardia Nacional Bolivariana abriera fuego contra una barricada que un grupo de indígenas pertenecientes a la etnia pemón había instalado en una carretera ubicada en el municipio de Gran Sabana, donde se encuentra la comunidad Kamaracupay San Francisco de Yuruani. El lugar donde ocurrió el ataque se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con el estado brasileño de Roraima, sobre la misma carretera que une a Venezuela con la ciudad de Boa Vista, la capital de este estado brasileño, que es uno de los puntos de acopio de ayuda humanitaria elegida por los líderes opositores, junto con la isla Curazao y Cúcuta.

Las versiones sobre lo ocurrido son confusas, pero coinciden en que los indígenas se encontraban en el lugar cuando llegó un ómnibus con militares, que abrieron fuego indiscriminadamente. Una de las víctimas fatales fue identificada como Zoraida Rodríguez. La segunda es su esposo, Rolando García. Los indígenas forman parte de los grupos de voluntarios que buscan colaborar con el ingreso de ayuda humanitaria.

Desde el jueves de noche la frontera de 2.199 kilómetros entre Venezuela y Brasil fue cerrada por tiempo indeterminado por orden del presidente Maduro, con la finalidad de evitar que los alimentos y medicamentos acopiados en territorio brasileño ingresen al país.