El Palacio de la Moneda, la sede del gobierno chileno, fue el lugar en que se constituyó oficialmente el Foro para el Progreso de América del Sur, más conocido por su sigla de Prosur, instancia de integración regional impulsada por el presidente chileno Sebastián Piñera y por su par colombiano Iván Duque.

“Queremos crear un foro, un foro de diálogo, de encuentro y queremos que sea un foro sin ideologías, queremos que sea un foro sin burocracia, queremos que sea un foro de un diálogo franco y directo”, afirmó durante su discurso el presidente Piñera.

Precisamente la ausencia de ideología es uno de los puntos sobre los que más se hizo énfasis, para contraponer esta iniciativa con la prácticamente extinta Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), organismo creado en el año 2008, en pleno apogeo de los gobiernos de izquierda en la región. Pero más allá de las declaraciones, Prosur está cargada de ideología –aunque claramente opuesta a la de Unasur– más apegada a estos tiempos en los que los gobiernos de derecha se suman en Sudamérica.

La firma de la declaración final de la novel entidad la pusieron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay y Perú. Participaron del encuentro en Santiago, pero en calidad de observadores, y por ello no firmaron el documento final Uruguay, Bolivia y Surinam. Ariel Bergamino, subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue el representante uruguayo en el evento. Lo mismo sucedió con el gobierno boliviano, que envió al encuentro a la número dos de su cancillería, María del Carmen Almendras, en tanto que Surinam tomó una actitud que puede leerse como algo más desafiante, porque envió como representante a la capital chilena a su embajador en Cuba, Marciano Édgar Armaketo.

Según informaron medios chilenos, Piñera recibió uno a uno a los representantes de cada país en la Plaza de la Constitución, situada frente al Palacio de la Moneda, en medio de un escenario rodeado por un fuerte operativo de seguridad que incluyó vallas que impidieron el ingreso de transeúntes en la zona. Luego, los mandatarios se reunieron en privado en la sede gubernamental.

La convocatoria de ayer excluyó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, porque “no cumple con ninguno de los dos requisitos” para integrarse, que son “vigencia plena de la democracia y el estado de derecho y el respeto pleno de las libertades y los derechos humanos”, explicó Piñera. Pero quien sí estuvo invitado al evento pero no pudo concurrir fue el autoproclamado presidente encargado de la nación bolivariana, Juan Guaidó. De todas maneras el político opositor saludó la creación de la entidad, pero se excusó por no asistir. “Agradezco la invitación de países hermanos a ser parte de este día histórico en la unión de nuestros pueblos. Nos encontramos organizando a toda Venezuela para cesar la usurpación, que será el triunfo de la democracia, la libertad y el retorno de la estabilidad en América del Sur”, expresó Guaidó en su cuenta de Twitter.

Críticas y movilizaciones

Organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos se manifestaron ayer en los alrededores de la Plaza de la Moneda para protestar contra la creación del Prosur, pero más específicamente para repudiar la visita al país del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien en más de una ocasión reivindicó la dictadura militar que gobernó su país durante 1964 y 1985, así como también los otros gobiernos militares que hubo en la región en el marco del Plan Cóndor.

Entre los convocantes a las movilizaciones se destacan la Confech, la ACES, el Movimiento “No + AFP” y la Coordinadora 8M, quienes en conjunto expresaron su rechazo a la visita de Bolsonaro, como también a que Chile sea la sede de este nuevo foro regional, al que calificaron como el “lado oscuro” de América Latina. La vocera de la Coordinadora “No + AFP”, Carolina Espinoza, afirmó que las protestas se deben a la conformación de esta “alianza empresarial y corrupta”, en declaraciones recogidas por el diario La Tercera.

Por su parte los voceros de la Mesa Nacional del Frente Amplio y representantes de Izquierda Libertaria, Comunes, Revolución Democrática, Partido Liberal y el Movimiento Autonomista entregaron una carta en La Moneda dirigida al presidente Piñera, en la que lo instan a responder “¿qué se puede construir con un liderazgo que defiende la tortura, oprime a la comunidad LGBT, y denosta los derechos de las mujeres?”. Además, le pidieron que declare al mandatario brasileño como persona non grata.

Bolsonaro, lejos de amilanarse, ni bien arribó al aeropuerto de Santiago, el jueves por la tarde, le restó importancia a las manifestaciones en su contra y agregó que no había ido a Chile “para hablar de Pinochet”. “Hay gente a la que gusta y otra a la que no”, dijo Bolsonaro, en referencia al ex dictador chileno, y agregó que “el régimen militar que hubo aquí fue muy parecido al que gobernó Brasil”. Además, el mandatario norteño expresó que “cree que esta cuestión de las dictaduras en el Cono Sur tiene que ser vista a la luz de la verdad. No podemos dar la voz permanentemente a la izquierda, que siempre son los que dicen quién estaba actuando bien y quien mal”.

Los seis puntos de la declaración final del Prosur

  1. Nuestra voluntad de construir y consolidar un espacio regional de coordinación y cooperación, sin exclusiones, para avanzar hacia una integración más efectiva que nos permita contribuir al crecimiento, progreso y desarrollo de los países de América del Sur.

  2. Nuestro reconocimiento a la propuesta de crear un espacio de diálogo y colaboración sudamericana, el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), e instruimos a los Ministros de Relaciones Exteriores a profundizar el diálogo de conformidad con los términos de esta Declaración.

  3. Que este espacio deberá ser implementado gradualmente, tener una estructura flexible, liviana, no costosa, con reglas de funcionamiento claras y con un mecanismo ágil de toma de decisiones que permita avanzar a Sudamérica en entendimientos y programas concretos de integración en función de los intereses comunes de los Estados y de acuerdo con sus propias realidades nacionales.

  4. Que este espacio abordará de manera flexible y con carácter prioritario temas de integración en materia de infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y combate al crimen, prevención y manejo de desastres naturales.

  5. Que los requisitos esenciales para participar en este espacio serán la plena vigencia de la democracia, de los respectivos órdenes constitucionales, el respeto del principio de separación de los Poderes del Estado, y la promoción, protección, respeto y garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la soberanía e integridad territorial de los Estados, con respeto al derecho internacional.

  6. Que la República de Chile sostendrá la presidencia pro témpore de este proceso durante los próximos 12 meses, y luego será entregada a la República de Paraguay.