Un día sí y otro también, las declaraciones del presidente brasileño Jair Bolsonaro encienden mechas y generan reacciones.

Esta vez, un exabrupto dicho en la ciudad estadounidense de Dallas en el marco del discurso que dio al recibir el premio como personalidad del año por parte de la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos en Dallas, terminará con una demanda en la Justicia que interpondrá la ex mandataria Dilma Rousseff, destituida del cargo luego de un juicio político en el año 2016.

En el evento de entrega del galardón realizado en la noche del jueves en la ciudad texana, Bolsonaro, según informaron medios brasileños, aludió sin nombrarla a Rousseff, diciendo que “quien hace poco ocupaba el gobierno, tuvo “las manos manchadas de sangre por la lucha armada, matando incluso a un capitán”.

Ante un auditorio formado mayoritariamente por empresarios estadounidenses y brasileños, Bolsonaro dijo que “en Brasil la política hasta hace poco era contraria a países como Estados Unidos. Ellos eran tratados como si fueran enemigos nuestros. Quien hasta hace poco ocupaba el gobierno, tuvo en su historia las manos manchadas de sangre por la lucha armada, matando incluso a un capitán, como yo que soy capitán, en aquellos años tristes que tuvimos en el pasado”, afirmó el mandatario.

Dilma Rousseff (archivo, noviembre de 2016).

Dilma Rousseff (archivo, noviembre de 2016).

Foto: Federico Gutiérrez

Rousseff entendió que los dichos de Bolsonaro eran una clara referencia a ella y en un comunicado la ex presidenta expresó que la declaración del actual presidente es una “mentira y una calumnia”.

“El señor Bolsonaro deberá responder en un juicio penal y civil por esa liviandad que dijo contra mí. Él no se podrá escudar en su cargo de Presidente de la República y tendrá que responder por sus mentiras, calumnias y difamaciones”, afirmó Rousseff.

“Jamás participé de actos armados o acciones que pudiesen causar la muerte de nadie”, agregó la ex mandataria, quien recordó que quienes sí participaron en acciones criminales fueron “los héroes homenajeados por el señor Bolsonaro, que durante la dictadura y después de ella tuvieron sus manos manchadas por nuestra sangre”. Esta afirmación de Rousseff alude al año 2016, cuando durante la votación del impeachment que la terminó destituyendo, el entonces diputado Bolsonaro recordó al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, un connotado torturador que dirigió el DOI-CODI del II Ejército, uno de los órganos encargados de perseguir a los opositores a la dictadura. En el momento de dar su voto Bolsonaro recordó a Brilhante Ustra, quien también era conocido por nombre clave, Doctor Tibiriçá, afirmando que él era el “terror de Dilma”, quien estuvo presa por su militancia política entre 1970 y 1973.

También contra Cristina Fernández

Dilma Rousseff no fue la única ex presidenta denostada por Bolsonaro en Texas. Tras reunirse con el ex presidente estadounidense George W Bush, el mandatario brasileño mantuvo una ronda de prensa con corresponsales brasileños.

“En Argentina está la posibilidad de que la señora ex presidente vuelva, y si vuelve podemos correr el riesgo, como la economía de ellos no está marchando bien, de que vuelva el populismo y que tengamos una nueva Venezuela en América del Sur”, dijo Bolsonaro.

“Sabemos lo difícil que es que Venezuela vuelva a la normalidad, pero más importante que hacer un gol es evitar otro, y ese gol en contra sería Argentina volviendo a las manos de la Kirchner”, agregó.

Cuando le preguntaron qué comentó Bush, Bolsonaro respondió que “por la cara que ponía parecía estar de acuerdo”.