El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que canceló un ataque militar que lanzaría como represalia por la acción del ejército iraní que derribó un dron estadounidense. Afirmó que esa respuesta habría sido desproporcionada ya que, según le advirtieron, dejaría cerca de 150 muertos.

La tensión entre Estados Unidos e Irán viene en aumento en los últimos meses, y el jueves se agregó un nuevo elemento de rispidez cuando las fuerzas iraníes derribaron el dron que sobrevolaba el estrecho de Ormuz, situado entre las costa de Irán, Omán y Emiratos Árabes Unidos. Se trata de una zona de suma importancia estratégica debido a que por allí pasa 35% del petróleo que transita en el mundo a través del mar. De acuerdo con el gobierno de Irán, el dron fue abatido porque se encontraba en su espacio aéreo. Por su parte, Estados Unidos afirma que el dron estaba en el espacio aéreo internacional.

En la noche del jueves, el diario The New York Times informó acerca de la cancelación del ataque. Citó fuentes que querían mantener su anonimato y agregó que entre los objetivos de la incursión estaban radares y baterías de misiles iraníes.

“Estábamos preparados para responder desde tres posiciones cuando pregunté cuántos morirían. ‘150, señor’, fue la respuesta de un general. Diez minutos antes de la ofensiva, la detuve. No era proporcionada al derribo de un dron no tripulado. No tengo apuro. Nuestro Ejército está renovado y preparado para actuar, y es por lejos el mejor del mundo. Las sanciones están haciendo efecto y ayer se agregaron más. Irán no debe tener jamás armas nucleares, ni contra Estados Unidos ni contra el mundo”, publicó Trump ayer en su cuenta de Twitter.

Los iraníes, por su parte, comunicaron ayer que se abstuvieron de derribar un avión militar estadounidense con 35 personas a bordo, que acompañaba al dron derribado. El jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, Amir Ali Hajizadeh, citado por la agencia de noticias iraní Tasnim, afirmó: “Junto con el dron estadounidense, en la región también estaba presente un Boeing P-8 Poseidon con 35 personas a bordo. Este aparato también entró en nuestro espacio aéreo y podríamos haberlo derribado, pero no lo hicimos”.

Pensando en el 2020

Además de apuntar sus baterías a las tensiones internacionales, Trump se enfoca en la campaña electoral para las elecciones de noviembre del año que viene. En ese marco, el martes lanzó oficialmente su candidatura a la reelección por el Partido Republicano en un colorido acto en la ciudad de Orlando, en el estado de Florida.

Durante el discurso que dio allí, Trump no se alejó mucho de la fórmula que lo llevó a la presidencia en las elecciones de 2016. Incluso el eslogan principal de su campaña apenas variará: pasó de “Hagamos a Estados Unidos grande otra vez” a “Mantengamos a Estados Unidos grande”.

El presidente además dijo, en plan de promesa de campaña, que en caso de que sea reelecto finalizará el muro fronterizo con México, algo que parece no corresponderse con la realidad ya que el faraónico proyecto anunciado por Trump durante la anterior campaña electoral apenas ha tenido avances. Además, el gobernante volvió a hablar de las noticias falsas que a su entender suelen lanzarse constantemente en su contra, se refirió a la guerra comercial con China y en un par de ocasiones atacó a quien considera su principal rival en su camino a la reelección, el precandidato demócrata Joe Biden, quien fue vicepresidente durante los dos períodos de gobierno de Barack Obama.

Trump volvió a llamar a Biden “dormilón” e hizo referencia a la edad del dirigente, 76 años, reafirmando así lo que dijo hace algunas semanas: “Creo que prefiero enfrentarme a Biden que a cualquier otro. Creo que es el más débil mentalmente, creo que Joe es débil mentalmente. Los otros [precandidatos demócratas] tienen mucha más energía”, había afirmado Trump.

Por su parte, Biden también ha centrado su campaña en atacar a Trump y sus metodologías, dejando de lado en la mayoría de sus declaraciones públicas a los otros postulantes demócratas a la presidencia. El candidato del partido opositor recién será elegido en la convención que se realizará en julio del año que viene en la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin, pero el proceso de elecciones primarias comienza varios meses antes.

A esta altura de la campaña son unos 20 los aspirantes a la candidatura demócrata, pero todos los sondeos dan a Biden como el principal competidor. Según un promedio de encuestas realizado por Real Clear Politics, Biden lidera la intención de voto entre los demócratas (32,2 %), seguido por Bernie Sanders (16,8%), Elizabeth Warren (10,8%), Pete Buttigieg (7,2%) y Kamala Harris (6,6%).

Las encuestas nacionales entre todos los candidatos también dan primero a Biden, que supera en aproximadamente diez puntos porcentuales a Trump. De acuerdo con un sondeo divulgado por Fox News el domingo, Biden contaría con 49% de los votos en caso de enfrentar a Trump, que sólo obtendría 39%. Además, de acuerdo con la misma encuesta, otros tres aspirantes demócratas superarían a Trump en las elecciones de 2020. El senador Bernie Sanders le ganaría 49% a 40%. A su vez, con una ventaja de uno o dos puntos porcentuales sobre Trump, aunque dentro del margen de error de tres puntos de la encuesta, se ubicaron los senadores Elizabeth Warren y Kamala Harris, así como el alcalde de la localidad de South Bend, en el estado de Indiana, Pete Buttigieg.

Por otra parte, una encuesta difundida el jueves por la cadena Univisión reveló que la mayoría del electorado hispano planea votar al candidato demócrata, sea quien sea, en las elecciones del año que viene.

De acuerdo con el sondeo, 62,8% de los ciudadanos hispanos estadounidenses se inclinará por el postulante opositor, mientras que 18,6% dice que votará a Trump. El estudio, el primero hecho en el plano nacional entre votantes hispanos con miras a las próximas elecciones, refleja que 18,7% de hispanos todavía no tiene decidido su voto, una cifra entendible teniendo en cuenta que los demócratas aún no han elegido a su candidato.