“Bien, me siento bien”, insistió ayer la canciller alemana, Angela Merkel, durante una conferencia de prensa. “Entiendo que me pregunten sobre mi salud”, dijo, sin dar detalles al respecto. Desde el 18 de junio sufrió temblores visibles en tres actos oficiales. En otro, la gobernante recibió con honores militares a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y las dos se mantuvieron sentadas durante buena parte de la ceremonia. Estos incidentes alimentaron las especulaciones sobre su salud.

La gobernante reitera que “no hay de qué preocuparse” y que se está recuperando de las secuelas del primer incidente, que atribuyó a un cuadro de deshidratación. Ayer les recordó a los periodistas que la “conocen desde hace rato” y saben de su “sentido de la responsabilidad”, por el cual tomaría medidas en caso de que no estuviera en condiciones de desempeñar el cargo que ocupa desde 2005.

En todo caso, el año pasado la canciller anunció que no será la candidata de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) en las elecciones de 2021 y dejó el liderazgo de esa organización política. Para ocupar su lugar, la CDU eligió en diciembre a Annegret Kramp-Karrenbauer, una dirigente muy cercana a ella, que ha sido definida como una versión más joven de Merkel –tiene 56 años, en lugar de los 65 que la gobernante cumplió el miércoles–.

A esa victoria interna de Merkel se sumó otra en la Unión Europea (UE). El martes, el Parlamento Europeo ratificó a su candidata, Ursula von der Leyen, como nueva presidenta de la Comisión Europea. Este nombramiento coloca a una colaboradora cercana de Merkel, y dirigente de la CDU, en una posición central y al frente de uno de los principales órganos de gobierno de la UE. Desde 2005, Von der Leyen tuvo a su cargo varios ministerios en el gobierno de Merkel, de los cuales el último fue el de Defensa.

La canciller alemana celebró la noticia: “Pese a que hoy pierdo una veterana ministra, gano una nueva socia en Bruselas. Por eso me alegro desde ya por la buena cooperación futura”, dijo Merkel en un comunicado. Destacó que Von der Leyen es la primera mujer en presidir la Comisión Europea y la primera representante de Alemania en ese cargo en los últimos 50 años.

Se especulaba que el ministerio de Defensa que dejó vacante Kramp-Karrenbauer podría quedar a cargo del titular de Economía, Peter Altmaier, o del ministro de Salud, Jens Spahn, pero la nueva ministra será Kramp-Karrenbauer, la sucesora de Merkel en la CDU. Desde esa cartera, la dirigente podrá darse a conocer ante los votantes alemanes y también en ámbitos internacionales. Además, si logra desempeñar un papel que la favorezca, el cargo también le permitirá fortalecer su posición en la interna de la CDU, donde hay dirigentes que no están convencidos de que deba ser la candidata en las primeras elecciones en 15 años en las que no se presentará Merkel.