Un proyecto para bajar de 45 a 40 horas la semana laboral en Chile fue aprobado el martes por la Comisión de Trabajo de Diputados y continuará este mes su trámite parlamentario. Presentaron esta iniciativa las diputadas del Partido Comunista de Chile Camila Vallejo y Karol Cariola, dos dirigentes que se hicieron conocidas durante las protestas estudiantiles de 2011, en el primer mandato de Sebastián Piñera.
Su proyecto recibió un apoyo amplio de la oposición, pero el oficialismo se opuso de forma tajante y, de acuerdo con Vallejo, impulsó una “campaña del terror” para evitar que se convierta en ley. En las últimas semanas, Piñera, al igual que varios integrantes de su gobierno, alertó contra esta propuesta de ley y dijo que “tal como se presenta, el proyecto del Partido Comunista significaría una pérdida de entre 250.000 y 300.000 empleos”. Insistió además en que la ley que se propone sería inconstitucional porque aumentaría el gasto público, algo que sólo puede disponer el presidente.
En respuesta a estas advertencias, Vallejo ha argumentado que el proyecto no implica un aumento del gasto sino una “valorización” del trabajo, y muchos defensores de esta iniciativa recordaron que las horas semanales de trabajo ya se redujeron de 48 a 45 en 2005, durante el gobierno de Ricardo Lagos. Aquel año “se dijo lo mismo, que se iban a perder empleos, que iba a afectar los salarios, y no pasó nada de eso”, dijo la diputada. El propio Lagos afirmó en Twitter que en 2005 se oyeron “las mismas críticas amenazantes que escuchamos hoy”.
Para evitar que el proyecto se convierta en ley, el Poder Ejecutivo presentó su propia propuesta legislativa para reducir las horas de trabajo semanales, en este caso de 45 a un promedio de 41. Para Vallejo, la mayor diferencia entre su iniciativa y la del oficialismo radica en que los empleadores podrían administrar esas horas sin un tope semanal. “No es que te pongan un límite de 41 horas semanales. Puede que te tengan trabajando 60 horas una semana, 60 la otra y luego te bajen a 30, pero eso te sobrecarga, se hace incompatible con el principio que nosotros queremos defender, de trabajo, vida familiar y descanso”, dijo la diputada.
Además, el gobierno propone cambiar el Código del Trabajo para que ciertas empresas puedan distribuir el total de horas semanales en cuatro, cinco o seis días. “Nosotros creemos que el gobierno tiene un muy buen proyecto y que la clave es flexibilidad y gradualidad”, dijo el lunes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, según citó El Mostrador.
Una encuesta de la firma Activa Research publicada el miércoles por el diario La Tercera concluyó que 51,1% de los chilenos prefiere el proyecto del Partido Comunista y 9,6% opta por el del gobierno. También la oposición se alineó con la iniciativa de Cariola y Vallejo. “Estamos trabajando en conjunto para que esto avance por el bien de los trabajadores y las trabajadoras” y “hay pleno acuerdo desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana”, dijo Vallejo. Democracia Cristiana (el sector que se encuentra más a la derecha dentro de la coalición de centroizquierda Nueva Mayoría) aceptó apoyar la iniciativa después de que se extendiera de tres a cinco años el plazo para que las empresas se adapten a las reglas que se proponen.
Una vez que se aprobó en la comisión, Piñera insistió en su rechazo a esta iniciativa. No mencionó la posibilidad de vetar la ley si el Parlamento la aprueba, pero sí advirtió que la enviaría al Tribunal Constitucional. Dijo que en caso de que los diputados y los senadores no respeten “la Constitución que juraron cumplir y hacer cumplir”, él no se va a “quedar de brazos cruzados” y va a “recurrir a todos los instrumentos” que tiene a su alcance para que “se cumpla y se respete”.