Profesionales de la salud de todas las especialidades cansados, trabajo médico con equipos de protección personal insuficientes o inexistentes, discrepancias en las recomendaciones médicas a casos positivos y contactos, deterioro de la respuesta con testeo por saturación de laboratorios y sistemas de organización. Estos son sólo algunos de los aspectos que señalan como preocupantes en un comunicado el Sindicato Médico del Uruguay y las Sociedades Científicas (que reúnen a otras 80 organizaciones vinculadas a distintas ramas de la medicina).
En el documento difundido este viernes, los especialistas hacen un diagnóstico del trabajo médico y proponen una serie de medidas para desacelerar la curva de contagios, disminuir las posibilidades de saturación del sistema de salud y proteger a todos sus trabajadores.
Las organizaciones proponen que se aseguren el mantenimiento del empleo, el salario y las condiciones de trabajo en el sistema de salud. En particular, apuntan contra el descuento salarial en casos en que los trabajadores deben hacer cuarentena preventiva y reclaman que se asegure la disponibilidad de los insumos necesarios para “cuidar razonablemente al personal sanitario”.
También señalan que las autoridades deben exigir a los prestadores de salud “redoblar” recursos humanos y materiales para optimizar el testeo, que debe realizarse en “tiempos útiles para la toma de decisiones”. Agregan que “esto debe ser independiente del pago, o de quién se hace cargo del costo del mismo”.
El SMU y las Sociedades Científicas proponen que se recurra a la ley de medios para hacer “una campaña de comunicación contundente” para “empoderar a la población”, dándole a conocer las medidas de prevención.
Otros problemas que señalan del Sistema Nacional Integrado de Salud pasan por profundizar la coordinación y reorganizar el trabajo y los espacios para minimizar la transmisión entre los trabajadores de la salud. Otra propuesta es la de crear un organismo de fiscalización que tenga acceso a información diaria del personal de la salud que cursa la enfermedad o está en aislamiento, que reciba denuncias sobre el funcionamiento del sistema y haga más homogéneos los criterios de los actos médicos.