El Partido Demócrata de Iowa extendió hasta el lunes el plazo para que los precandidatos presidenciales soliciten una revisión de los resultados de las elecciones primarias en ese estado. Un fallo en el sistema de recuento de votos retrasó varios días la divulgación de los resultados finales del caucus del lunes, que es parte del proceso por el que el partido definirá su candidato a la presidencia.

Recién en la noche del jueves las autoridades demócratas de Iowa difundieron las cifras finales de la votación. De acuerdo con estos números, el ex alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, de 38 años, supera por un exiguo margen al senador por Vermont, Bernie Sanders, de 78 años. La ventaja sería de dos delegados estatales, un margen de 0,09 puntos porcentuales.

Con esta paridad, los dos principales aspirantes para competir contra el presidente Donald Trump en las elecciones de noviembre se preparan para la segunda votación en las primarias demócratas, que se realizarán el martes en el estado de New Hampshire.

De acuerdo con los sondeos previos, la votación en este territorio también se prevé pareja para Buttigieg y Sanders. Según una encuesta publicada por el sitio especializado Real Clear Politics, Sanders lleva ventaja: 26.7% a 22%. Sin embargo, de acuerdo a lo que consignó la agencia de noticias Efe, este promedio de encuestas realizadas durante los días posteriores al caucus de Iowa toma en cuenta sondeos de resultados muy dispares.

Mientras el estudio realizado por el Boston Globe da ganador de las primarias de este estado a Sanders por un solo punto de ventaja, la encuesta publicada por el canal de televisión WHDH otorga la victoria a Sanders con 9% de diferencia sobre Buttigieg. Muy por detrás en las encuestas, aparecen empatados en tercer lugar con 13 % de apoyo la senadora por el estado de Massachusetts, Elizabeth Warren, y el ex vicepresidente Joe Biden, quien hasta hace dos semanas ocupaba el segundo puesto, a escasa distancia de Sanders.

Estos resultados no condicen con los sondeos nacionales, en los que, con altibajos, Biden mantuvo el liderazgo desde el inicio del proceso electoral. De acuerdo con el promedio de encuestas realizado por Real Clear Politics, en el plano nacional Biden tiene 27% de intención de voto; seguido por Sanders (21,8%) y Warren (14,4%). Buttigieg se ubica muy abajo, con sólo 7% de las preferencias. Pero el batacazo que dio en Iowa puede reposicionarlo en la interna.

En la votación que se realizará en New Hampshire están en juego 24 delegados que se reparten proporcionalmente entre los ganadores, además de nueve “superdelegados”, funcionarios electos del Partido que se reservaban un sexto de los votos en la convención nacional y que tienen libertad de criterio para otorgar su apoyo a un candidato con independencia de los sufragios populares que hayan obtenido los distintos aspirantes en cada estado.

La polarización entre Sanders y Buttigieg –cuyo ascenso removió la interna demócrata– generó la reacción de Biden, que salió al cruce de ambos para intentar no perder pie en la carrera por ser el candidato del partido en noviembre. En referencia a Buttigieg, Biden dijo que el Partido Demócrata asumirá “un riesgo” si designa como candidato “a alguien que nunca ha hecho más que ser un alcalde de 100.000 habitantes en Indiana”. Se refería a la ciudad de South Bend, gobernada por Buttigieg desde 2012. En cuanto a Sanders, el ex vicepresidente expresó que su etiqueta de socialista podría ahuyentar a los votantes moderados y terminar beneficiando a Trump.

En este momento, para Biden lo fundamental es no sufrir grandes derrotas antes de las primarias del 29 de febrero en Carolina del Sur, donde se prevé que el electorado negro y religioso le dará un holgado triunfo.