La rivalidad comercial entre China y Estados Unidos se refleja en las comunicaciones públicas de sus gobiernos, y así quedó en evidencia ante el surgimiento del nuevo coronavirus. Mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, habla de “virus chino”, en China circula la versión de que el SARS-Cov-2 fue introducido por soldados estadounidenses que visitaron Wuhan.

A esa versión se refirió el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en la conferencia de prensa que dio después de una reunión virtual de cancilleres del G7, a fines de marzo: “Hoy hubo mucha discusión sobre la intencional campaña de desinformación de China. Lo han visto ustedes en redes sociales, lo han visto en las declaraciones de altos cargos del Partido Comunista, que hablan de que Estados Unidos llevó el virus a China. ¡Es una locura!”.

La declaración final de esa reunión de cancilleres del G7 se retrasó, de acuerdo con la revista alemana Der Spiegel y la agencia Efe, debido a que Pompeo introdujo en el comunicado una mención al coronavirus como “virus de Wuhan”, y China se opuso a esa denominación.