Un día después de confirmar que dejará su cargo “a la brevedad”, el canciller Ernesto Talvi anunció este viernes que mantuvo contactos con el canciller venezolano Jorge Arreaza y su par canadiense, François-Philippe Champagne, para “contribuir al diálogo político conducente a la democratización de Venezuela”.

Arreaza contestó horas después y aseguró que en la conversación con Talvi coincidieron “en el rol histórico del Uruguay en la facilitación del diálogo y los encuentros en nuestra América”. El canciller habló también con Julio Borges, “comisionado para las Relaciones Exteriores del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó”, a efectos de “conocer su perspectiva sobre la conformación del Consejo Nacional Electoral que determinará la legitimidad o no de las elecciones”. En su respuesta, Borges sostuvo que recibió la “completa disposición” de Talvi para “ayudar a encontrar una solución a la crisis que vive” ese país.

La propuesta de Talvi de reflotar una salida por medio del diálogo con Venezuela ya había sido manejada en una reunión que mantuvo con la bancada de legisladores de su sector, Ciudadanos, en la que además detalló en qué términos se alejará de su cargo en los próximos meses. Al igual que el ex canciller Rodolfo Nin Novoa, Talvi está trabajando para reflotar el Grupo de Contacto Internacional por Venezuela, un mecanismo que busca promover el diálogo en ese país para lograr una salida democrática a la crisis política que lo atraviesa, y al que Uruguay adhirió en febrero del año pasado, junto con varios países de la Unión Europea. Así se lo comunicó a los legisladores de su sector el jueves, y en una línea similar fue el mensaje que publicó este viernes en Twitter.

Los contactos que lleva adelante Talvi, sumado a las diferencias con el presidente Luis Lacalle Pou respecto de la conveniencia de que un canciller hablara de Venezuela en términos de dictadura, generaron “sorpresa” entre dirigentes del Partido Nacional, principalmente porque a nivel parlamentario la coalición venía funcionando sin fisuras relevantes, explicaron legisladores de la coalición. En cambio, la búsqueda de diálogo en Venezuela fue saludada desde el Frente Amplio. El diputado del Movimiento de Participación Popular Alejandro Sánchez dijo a Radio Uruguay que Talvi es un “canciller inteligente” y “se da cuenta de que lo que debe hacer para contribuir a la democracia en América Latina es generar diálogo y no echar nafta”. No obstante, se mostró cauto, dado que desconoce si este “cambio” de la cancillería es “respaldado” o no por Lacalle Pou.

La negativa de Talvi de calificar a Venezuela como una dictadura el sábado en una entrevista con El Observador fue elogiada al comienzo de esta semana por Nin Novoa. El martes Nin Novoa dijo a la diaria que se “congratulaba” del posicionamiento de Talvi, aunque el presidente lo había “desautorizado”. “Si usted hostiga, critica y cataloga, difícilmente se pueda sentar en una mesa a dialogar”, expresó el ex ministro. Ese mismo día el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, reiteró que la postura oficial del gobierno es que en Venezuela hay una dictadura.

Talvi también recibió críticas desde su propio partido. El diputado Conrado Rodríguez (Batllistas, liderado por el ex presidente Julio María Sanguinetti), sostuvo que la posición del Partido Colorado (PC) “ha sido muy firme en declarar al gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura”, lo que a su juicio no tiene por qué implicar que no existan relaciones diplomáticas y comerciales. “No hay obstáculo jurídico para catalogar así a ese gobierno y por otro lado mantener relaciones diplomáticas y comerciales”, expresó.

La cartera que dirige Talvi tiene un asunto no menor que arreglar con Venezuela: una deuda de 80 millones de dólares que ese país mantiene con empresas uruguayas, principalmente de alimentos (30 de ellos con Conaprole, que se reunió con el canciller el jueves), que fueron acumulándose en los últimos años, y cuyo último capítulo de haberes impagos se produjo tras un acuerdo anunciado a comienzos del último gobierno de Tabaré Vázquez.

En setiembre del año pasado, Nin Novoa explicó ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes que el último depósito que había hecho Venezuela fue a fines de 2018. El acuerdo terminó con amenazas de demandas del sector lechero contra el Estado venezolano, que los productores no concretaron a la espera del cambio de gobierno.

Talvi, Sanguinetti y Lacalle Pou

Este viernes, entrevistado por En perspectiva, el senador suplente del PC Tabaré Viera (Batllistas) apuntó a las diferencias entre Talvi y el presidente como uno de los motores de su alejamiento. “Creo que hay un trasfondo de relaciones personales que no funcionaron”, consideró el legislador. Explicó que estas diferencias están narradas “perfectamente en tres o cuatro hechos concretos” que “fueron desgastando” el vínculo entre ambos, en referencia a episodios como el de Venezuela, la designación que hizo Lacalle Pou del diputado Carlos Enciso como embajador en Argentina, y la defensa que hizo Talvi del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, luego de que este pidiera el aplazamiento del aumento de las tarifas.

Sin embargo, este viernes Lacalle Pou buscó acabar con la polémica y sostuvo que, independientemente del lugar que ocupe Talvi en el futuro, ambos estarán “empujando el carro”. “¿Qué va a pasar en el tiempo? No sabemos. No cabe la menor duda de que [Talvi] va a estar en la primera línea para que al país le vaya bien. Lo demás son especulaciones”, sostuvo Lacalle Pou, acompañado por el canciller, a la salida del Palacio Taranco, tras la conmemoración de los 75º años de la liberación de los campos de exterminio nazis.

Según Lacalle Pou, Talvi siempre fue una persona que “puede aportar al país”, pero es necesario “entender y respetar” sus “tiempos personales”. “Es el canciller de la República, ha hecho un gran trabajo y lo va a seguir haciendo. No me corresponde evaluar sus decisiones”, expresó.

En Batllistas el anuncio del inminente alejamiento de Talvi generó “sorpresa”. Uno de los legisladores de ese bloque, el diputado Conrado Rodríguez, dijo a la diaria que le gustaría saber si se trata de algo que había sido negociado con el presidente antes de asumir, y sostuvo que lo más lógico es que, en el caso de renuncia, “se comunique a la orgánica acerca de cuáles son los motivos de esa renuncia”. “Todos nosotros ocupamos cargos, y si bien alguno de ellos son por representación ciudadana, todos lo hacemos en nombre de una colectividad política y nos debemos a esa representación del partido”, expresó el legislador, que entiende que una decisión como esta debería ser comunicada al Comité Ejecutivo Nacional del PC, junto con su fundamentación.

Rodríguez consideró que ante un gobierno de coalición “lo más importante es mostrar determinada estabilidad y seguridad de que se van a llevar adelante los compromisos electorales”. Si bien dejó en claro que a su entender no se pone en juego el apoyo del PC a la coalición, sí expresó que a raíz del hecho “la gente puede tener diferentes interpretaciones sobre la renuncia, a 100 días de haber asumido”. En respuesta, el diputado de Ciudadanos Felipe Schipani sostuvo que Talvi no tendría problema en dar sus explicaciones al Comité Ejecutivo Nacional del PC, donde, recalcó, su sector es el mayoritario.

El jueves, tras reunirse con su sector, Talvi no ocultó su distanciamiento con Julio María Sanguinetti, “por formas muy distintas de entender, de ver y de sentir la política” con el ex presidente. Días antes, en la entrevista con El Observador, Talvi admitió que no hubiera reiterado su apoyo a designar a Sanguinetti secretario general del PC.