En medio de un clima absolutamente enrarecido por la situación de inestabilidad general en la que se encuentra el país, la Central Obrera Boliviana (COB) comunicó este viernes que decidió la suspensión de todos los cortes de ruta que sus militantes –junto a otros del Pacto de Unidad, una alianza de organizaciones afines al Movimiento al Socialismo– venían haciendo en muchos lugares del país desde el 3 de agosto en reclamo, entre otras cosas, del adelantamiento de las elecciones presidenciales fijadas para el 18 de octubre.

En una conferencia de prensa en La Paz, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, comunicó que la entidad que dirige se encuentra en “vigilia permanente” hasta el día de las elecciones. “La lucha no termina. Estamos más seguros que nunca de que después del 18 de octubre no van a querer hacer el traspaso de mando”, afirmó, de acuerdo a lo que informó el diario paceño La Razón.

El líder sindical agregó que no fue el gobierno de facto que encabeza Jeanine Áñez el que llevó a la pacificación, sino la COB, ante el temor de que fuerzas de choque armadas comenzaran a amedrentar a los manifestantes. “Instruimos a nuestros movilizados a pacificar; nosotros somos los verdaderos pacificadores, no ellos”, sentenció Huarachi, quien además denunció que, en la noche del jueves, tanto la sede de la COB como la de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, sufrieron ataques. “¿Eso es pacificar? ¿A eso le llaman pacificar? Hoy el país hace conocer su voz de protesta, pero sujeto a ser rebasados con grupos de choque, amenazando a nuestra población, a nuestros bloqueadores. Hay heridos, hay perseguidos”, cuestionó.

El jueves, luego de extensas sesiones de las cámaras de Senadores y Diputados, ambas comandadas por el MAS, el pleno del Legislativo sancionó una ley que fijaba las elecciones el 18 de octubre, norma que posteriormente fue rápidamente promulgada por Áñez.

La COB inicialmente rechazó la decisión del Legislativo y el Ejecutivo, que además fue ratificada por el Supremo Tribunal Electoral, pero los hechos de violencia ocurridos en la noche del jueves llevaron a la COB a cambiar su postura.

Respecto del ataque ocurrido en la sede de la entidad sindical, el diario cruceño El Deber informó que en el marco de la investigación del episodio fueron detenidas seis personas. Además, se consignó que las fuerzas policiales requisaron a los atacantes paquetes de dinamita, gases lacrimógenos y una bazuca de fabricación casera.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, aseguró que no se permitirá que surjan grupos violentos en el país e indicó que se indagará en los detalles del ataque contra la sede de la COB. La autoridad informó también que en otra intervención se detuvo a un vehículo que llevaba 50 cajas de cartuchos de dinamita en la localidad de Achica Arriba, ubicada a 35 kilómetros de la ciudad de La Paz. “Se sigue buscando si salió otra cantidad, así como el destino de ese material. Estamos indagando la fuente de financiamiento, quién los traía, cuál era el propósito y objeto”, manifestó el jerarca policial. Santamaría acotó que se indagará el origen del ataque a la sede de la COB, incluso la hipótesis de que se haya tratado de un “autoatentado”.