Un nuevo capítulo en la guerra comercial y tecnológica que Estados Unidos mantiene con China se abrió luego de que el presidente Donald Trump aprobara en un decreto, que entrará en vigencia dentro de 45 días, la prohibición de realizar transacciones comerciales dentro del territorio estadounidense con las empresas dueñas de la aplicación para compartir videos TikTok y la de mensajería WeChat.

Trump adujo motivos de seguridad nacional para justificar su decisión contra ByteDance (dueña de TikTok) y Tencent, una de las compañías líderes de la industria de videojuegos, de acuerdo con AFP. El decreto presidencial argumenta que existe una amenaza a la “seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos” para justificar la decisión.

“TikTok automáticamente captura amplias franjas de información de sus usuarios, incluyendo información como ubicación e historias de visitas y de búsquedas en internet”, afirma el texto del decreto. Entre sus argumentos, Trump manifiesta que la recolección de datos por parte de TikTok es una amenaza “porque permite que el Partido Comunista de China acceda a informaciones personales de ciudadanos estadunidenses, algo que potencialmente China podrá usar para rastrear la localización de funcionarios y otros empleados federales, y armar bases de datos de informaciones personales que pueden ser usadas para chantajear y conducir al espionaje corporativo”.

El gobierno chino rechazó en forma contundente la decisión de Trump, alegando que se trata de medidas “manipuladoras”. A su vez, los dueños de TikTok amenazaron con iniciar acciones legales contra la decisión en tribunales estadounidenses. “Nosotros vamos a buscar todas las soluciones posibles para asegurar que se cumpla con el estado de derecho y que nuestra empresa y nuestros usuarios sean tratados de forma justa. Si no somos tratados así por parte de la administración, entonces recurriremos a los tribunales de Estados Unidos”, afirmó la empresa en un comunicado.

Paralelamente, Estados Unidos impuso ayer sanciones a la directora ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, y a otros diez altos funcionarios de Hong Kong y China por su papel en la represión contra manifestantes opositores al gobierno de Pekín en el territorio autónomo situado en el sur de China. Según informó The New York Times, estas son las primeras sanciones contra funcionarios chinos y hongkoneses por la represión de las protestas en Hong Kong.

“Estados Unidos apoya al pueblo de Hong Kong y usaremos nuestras herramientas y autoridades para apuntar a aquellos que socavan su autonomía”, expresó en un comunicado Steven Mnuchin, secretario del Tesoro estadounidense. El mes pasado, Washington impuso sanciones contra un integrante de alto rango del Partido Comunista, por abusos de los derechos humanos contra la minoría uigur.