En la clausura de la Expo Prado 2020, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Uriarte, dio un discurso en el que resaltó que, a pesar de que la pandemia de covid-19 impactó en los mercados, el trabajo en el campo nunca paró.

“Uruguay, como país productor de alimentos, va a tener oportunidades para las cuales debemos estar preparados”, porque la humanidad sigue creciendo y va a necesitar alimentarse, dijo el ministro, y aseguró que, excepto la lana, las exportaciones uruguayas “han continuado activas”.

“Sólo el sur y parte del litoral oeste poseen infraestructura aceptable para la exportación. El resto del país posee muy serias limitantes, lo que, por el alto costo del flete para llegar a los puertos, inviabiliza en esas regiones actividades tales como el cultivo de soja y la producción forestal. Existen posibilidades para fortalecer el transporte fluvial por el río Uruguay y la laguna Merín [...] Este gobierno además está comprometido a fortalecer puertas de salida de nuestras exportaciones. Por ejemplo, con la creación de un puesto de control sanitario en Artigas para facilitar la exportación de ovinos en pie hacia Brasil”, dijo el ministro.

Uriarte aseguró que hay que adecuar las tarifas del gasoil y la energía eléctrica para los sectores que “enfrentan la competencia internacional”, además de buscar nuevos mercados con un Mercosur “más ágil y dinámico”, así como firmar otros tratados de libre comercio. Sobre el cuidado del medioambiente aseguró que hace “20 años contábamos con una situación que nos permitía diferenciarnos”, pero ahora, “de la mano de procesos de intensificación sin políticas de cuidado apropiadas y falta de controles pertinentes, hay puntos críticos de deterioro en el ambiente, que, de no corregirse, merecerán el cuestionamiento del desempeño del sector”.

Para Uriarte un sector que puede desarrollarse más es el del cáñamo, “como una alternativa productiva para dinamizar el sector agropecuario y la economía del país”. Aunque admitió que falta mucho por hacer para que el sector “sea tratado con igualdad de condiciones respecto del resto de la economía”, tiene la posibilidad de desarrollar sus derivados, como ser alimentos, productos textiles o bioplásticos. El ministro sostuvo que para 2024 los productos derivados del cáñamo podrían llegar a los 200 millones de dólares de exportaciones.