El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó un plan de 1,9 billones de dólares con el que se propone estimular la economía y mitigar el impacto de la crisis en la gente, así como atender la crisis sanitaria. “No es difícil ver que estamos en medio de una crisis económica que ocurre una vez cada varias generaciones, con una crisis de salud que ocurre una vez cada varias generaciones”, dijo Biden, que el miércoles asume la presidencia con esos dos desafíos.
Su plan incluye ayudas a las personas afectadas por la crisis con pagos directos de 1.400 dólares, un refuerzo en el seguro de desempleo de 400 dólares por semana hasta setiembre, y un aumento del salario mínimo federal a 15 dólares por hora. Biden lamentó que “millones de estadounidenses, sin tener la culpa, han perdido la dignidad y el respeto que conllevan un trabajo y un salario”. Dijo que 18 millones de personas dependen del seguro de paro y que cerca de 400.000 pequeñas empresas tuvieron que cerrar.
Afirmó que existe una “creciente crisis de hambre en Estados Unidos”, que afecta en particular a las personas negras y latinas, y por la cual uno de cada siete hogares “no tiene suficiente comida”. También manifestó su disposición a solucionar la situación de 14 millones de personas que se retrasaron en el pago del alquiler y pueden enfrentar el desalojo, informó la agencia Efe.
Su plan contempla también el aspecto sanitario de la crisis. Invierte 170.000 millones de dólares en centros de enseñanza, desde educación primaria a terciaria, de los cuales 130.000 millones estarán destinados a garantizar que las clases puedan dictarse de manera segura siguiendo los protocolos para evitar los contagios de covid-19. Otros 160.000 millones de dólares están destinados al programa de vacunación, y 20.000 millones más para la distribución de las dosis en todo el país.
Biden dijo que hasta ahora, el lanzamiento de la vacuna en Estados Unidos “ha sido un fracaso estrepitoso”, y se declaró dispuesto a “corregir el rumbo y cumplir con la meta de 100 millones de vacunas al final de nuestros primeros 100 días” de gobierno. La marcha de la vacunación en Estados Unidos ha sido criticada hasta ahora por su lentitud.
“La salud misma de nuestra nación está en juego”, dijo el presidente electo. “Habrá tropiezos, pero siempre seré honesto con ustedes, tanto sobre el progreso que estemos haciendo como sobre los retrocesos que encontremos”, afirmó. Pero para que todas estas medidas se puedan poner en marcha, es necesario que el Congreso las apruebe.
En los últimos tiempos, la epidemia de covid-19 en Estados Unidos suma cada día 200.000 casos positivos, y el país encabeza la lista de contagios y de personas que mueren por covid-19. El total de casos supera los 23 millones y el de muertes las 300.000.